Mazatlán, Sin.- A las 6 de la tarde los pescadores Mario, Christian Martínez y Salvador Pérez, se preparan con su short playero, botas blancas de plástico y playera de agua manga larga para salir en su panga a buscar el sustento diario.
Desde el jueves pasado por la noche decidieron salir a probar suerte, esta vez se llevaron su lámpara, con la fe de poder encontrar con la luz, los primeros cardúmenes de pajaritos.
“Mira bato, ahí están, a la ver…" gritan los pescadores felices, "son un chingo”, dice Mario con una carcajada y se avienta un clavado entre los peces que daban vuelta en círculos.
Hoy sábado a las 8:00 de la noche encontraron este pez que los porteños esperan cada año entre los meses de abril y mayo para poder disfrutar de este manjar que sólo es da en estás aguas del Golfo Pacífico mexicano y que por lo regular aparece frente a la isla de Venados.
Comenta Salvador que este año viene de buen tamaño, que ellos ya tuvieron la oportunidad de comerlo en los días anteriores que apenas sacaron unos 20 kilos y que hoy decidieron aventurarse y probar de nuevo su suerte.
Este sábado fue bendecido para ellos, tan solo en un par de horas lograron pescar 300 kilos, y de inmediato dirigieron su embarcación ribereña a la orilla de Playa Norte para comenzar ofrece el producto entre 50 y 60 pesitos el kilo.
La temprana llegada de este pez, da una esperanza para la economía de los pescadores, quienes se las han visto negras, debido a la pandemia.
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