Los Carvajal, una tradición panadera de 40 años en Escuinapa

René Carvajal forma parte de la tercera de cinco generaciones de esta familia dedicada a este difícil oficio

Jesús López | El Sol de Mazatlán

  · lunes 11 de julio de 2022

René Carvajal Rivera, es la tercera generación de panaderos de su familia. Foto: Jesús López | El Sol de Mazatlán

Escuinapa, Sin.- "La panadería no es un trabajo fácil", es la expresión de René Carvajal Rivera, un hombre quien durante toda su vida se ha dedicado a la elaboración y venta de pan en Escuinapa.

Hacer mención del apellido Carvajal en el municipio, es referencia de una familia quien hasta la fecha a formado ya cinco generaciones de panaderos, siendo René Carvajal parte de la tercera generación de hombres de esta familia dedicado a la elaboración de este producto.

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Don René, relata que la historia de los "Carvajal" en la panadería, viene desde con su abuelo, el señor José de Jesús Carvajal Mora quien tenía su panadería en la casa familiar por la avenida Miguel Hidalgo (actualmente esa panadería ya no existe).

"Desde que tenía siete u ocho años mi abuelo ya nos cargaba en friega, todos los días madrugábamos a ayudarle a hacer el pan, no había día que no estuviéramos ayudándole".

Posteriormente, su padre, René Carvajal Contreras siguió con este oficio, quien tiene su panadería en la calle Mexicas, en la colonia 10 de mayo a quien también le tocó ayudarle a trabajar varios años.

Fue a inicios de la década de los 80, hace ya cuarenta años aproximadamente cuando dio pie para iniciar con su propia panadería, la cual se encuentra situada por la calle 5 de mayo, el cual ha sido el sustento suyo y de su familia.

El secreto de su familia es trabajar con gusto. Foto: Jesús López | El Sol de Mazatlán

SER PANADERO ES UN OFICIO DE DEDICACIÓN

Don René señala que el oficio de panadero no es una labor sencilla de realizar, ya que pocos están dispuestos a dedicarle el tiempo que este oficio requiere y que prácticamente tiene que trabajarse todos los días.

"La panadería es para puro gallo jugado, este no es un trabajo fácil, desde que recuerdo tengo levantándome diario a las cuatro de la mañana, a esa hora hay que estar de pie para iniciar a trabajar".

Comenta que en sus inicios como panadero que fue laborando con su abuelo y su papá, aprendió a elaborar el pan en hornos de tierra, pero con el paso del tiempo ya se iniciaron a utilizar los hornos y equipo eléctrico que les ha ayudado a hacer el trabajo menos pesado y más rápido.

"Antes había que estar preparando la masa a mano y horneando en hornos de tierra, eso hacía que el trabajo fuera más pesado, ya después mi abuelo y mi papá usaron estos hornos eléctricos y las batidoras que es con los que trabajamos ahorita".

Don René se encarga de preparar la masa para el pan. Foto: Jesús López | El Sol de Mazatlán


Aunque se utilizan estos equipos electrónicos para poder aligerar un poco el trabajo, resalta que él sigue laborando al viejo estilo que le enseñaron su abuelo y su papá.

"Nosotros trabajamos como nos enseñaron, desde batir la harina, preparar la masa y darle el tiempo de reposo suficiente para darle la forma y meterlo al horno".

LA CLAVE DE UN BUEN PAN ESTÁ EN LOS INGREDIENTES

Menciona que el secreto de ellos para mantenerse en el gusto y paladar de sus clientes, es siempre utilizar buenos ingredientes y laborar con la higiene que merece la preparación del pan que es también un alimento para la gente.

"Aquí manejamos todo de manera higiénica, son productos de buena calidad, el agua que se utiliza es purificada, también tenemos que cuidar la salud de nuestra gente".

Don René se encarga de preparar la masa para el pan. Foto: Jesús López | El Sol de Mazatlán


Agrega, que su panadería ha sido también una escuela de panaderos, ya que de esta han surgido personas que después de laborar con ellos han optado por iniciar con su propia panadería, "con eso nos damos cuenta que hacemos bien nuestro trabajo".

Actualmente, don René apoya a su hijo quien también emprendió su propio negocio en la elaboración y distribución de pan, siendo él quien se encarga de la preparación de la masa.

Después de don René, han sido ya sus hijos y también nietos quienes han seguido con este oficio, siendo ya cinco generaciones de Los Carvajal quienes se dedican a este bonito, pero difícil oficio.