Mariana Trujillo se empodera en un mundo de hombres

En 38 años en el sector, hecho obras en Mazatlán como la regeneración de la Carpa Olivera y el Kilómetro Cero

Marimar Toledo │El Sol de Mazatlán

  · sábado 7 de marzo de 2020

Mariana Trujillo Maldonado, de profesión Ingeniero Civil, se ha ganado su espacio en el sector de la construcción. Foto: Jesús Guzmán │El Sol de Mazatlán

Mazatlán, Sin. - En los últimos años la mujer ha aumentado su presencia en el mundo laboral, lo que le ha permitido adquirir una mayor autonomía, generar ingresos para atender sus necesidades y hacer a un lado el estigma de que sólo en los quehaceres domésticos son necesarias.

Fotos: José Luis Rodríguez │ El Sol de Mazatlán

En todos los sectores existen mujeres que han logrado integrarse al campo laboral de manera exitosa, y muchas de ellas se han abierto paso en actividades que son dominadas por el sexo masculino.

Tal es el caso de Mariana Trujillo Maldonado, de profesión Ingeniero Civil, quien ha vivido en una lucha constante para poder ganarse su espacio en el sector de la construcción. Y después de más de tres décadas, puede decir que lo logró.

Ella creció en una familia muy trabajadora de Nayarit, es la menor de tres hermanos, dos mujeres y un hombre, además de tener la tienda del pueblo, su madre fue su gran ejemplo, pues era la que daba recetas, era repostera, costurera, enfermera y coreógrafa; su padre atendía una gasolinera, por lo que las sus jornadas eran de 6:00 de la mañana a 8:00 de la noche.

A sus 65 años de edad, recuerda que su primera lucha la tuvo con su padre, cuando quiso salir del pueblo para estudiar la preparatoria, ya que se opuso porque perdía a su principal empleada de confianza, pero su madre la apoyó para que se fuera a seguir sus estudios.

Posteriormente estudió ingeniería civil en la Universidad Autónoma de Guadalajara, y aunque no sabe por qué decidió estudiar esa carrera, de lo único que está segura es que disfruta y le apasiona mucho su profesión.

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Yo luché mucho para irme a estudiar a Guadalajara, me fui sin permiso de mi papá y cuando él vio que mi hermano estudiaba Ingeniería Civil accedió, fui de las primeras mujeres que estudiaba una ingeniería.

Trujillo Maldonado

Fue en 1981 cuando terminó su carrera y el primer trabajo fue un taller de estructuras metálicas, empresa en la que no la dejaban que saliera a los patios con los obreros, pero desde el primer día convivió con ellos y todavía guarda buenos recuerdos de algunos.

Años más tarde llegó a esta ciudad porque se casó con el mazatleco Jorge Solares, con quien tiene dos hijos, Scarlett y Jorge, y ahora tres nietos, Solange, Emiliano y Benjamín.

Su primer trabajo aquí en Mazatlán fue en el Astillero Unidos de Mazatlán, un año más en la empresa Amermex, que construyó el complejo Estrella de Mar, y seis años después, en 1992, inició su empresa como persona física con actividad empresarial, para que en 2003fundara el grupo constructor Pelicano SA de CV, que es con el que actualmente participa en licitaciones públicas y privadas.

Desde 1985 pertenece al Colegio de Ingenieros Civiles de Mazatlán, y en 1992 ingresó a la Cámara de la Industria de la Construcción delegación sur, donde luego se convirtió en la primera mujer presidenta.

Mariana comenta que en su empresa ha procurado tener un buen equipo de trabajo, los empleados traen bien puesta la camiseta, si bien han tenido altas y bajas, siempre trata de solucionar los problemas sin afectar a sus colaboradores.

Más de la mitad de su vida la ha pasado entre poleas, palas, ladrillos, cemento y maquinaria pesada, con empuje, disciplina y mucho carácter, se ha abierto la brecha en la industria de la construcción, un sector hasta ahora dominado por hombres, por ser sinónimo de fuerza física.

Mantenerse en el sector de la construcción no ha sido tarea fácil, sino de lucha constante. Y no con los obreros, porque ellos la ven, la aceptan y respetan, la lucha es con los que están “hombro con hombro” con ella, ingenieros, arquitectos, empresarios, que ven en ella una fuerte competencia.


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Te ven, te respetan, pero nomás no juegues con sus canicas porque llegan, las recogen y se van, así de fácil, y esto es el resultado de la educación que se tiene, es como criamos a nuestros hijos, es la diferencia que hacemos entre niños y niñas, y es muy difícil de cambiar.

Trujillo Maldonado

PARTICIPACIÓN EN OBRAS

A lo largo de su carrera, Mariana ha participado en obra privada y pública de agua potable, drenaje, pavimentación, pero una de las que se siente orgullosa y que le representó un gran reto, fue la reconstrucción de la Carpa Olivera, ubicada en Paseo Claussen, que es un ícono de Mazatlán por ser una de las únicas albercas con agua salada.

La obra, restaurada en 2015, fue un trabajo difícil, debido a que su ejecución dependía de las mareas, y sólo podían hacerlo por tres o cuatro horas al día. Ahí tuvieron que reconstruir todo lo antiguo, se estructuró el tobogán y se colocaron fuentes danzarinas.

Esa obra para mí fue muy bonita e interesante, incluso hace poco estuve en Portugal y mi ilusión fue ir a conocer la alberca que está allá y que diseñó la misma persona, es algo parecido, no tan interesante como lo que tenemos nosotros.

Trujillo Maldonado

Al aventarse ese reto, tuvo que cambiar casi todo el proyecto, desde los materiales, porque los que se habían considerado eran para hacer una banqueta normal, cuando ahí, con la salinidad y tener todo el tiempo las olas desgastando las áreas, se requerían con otras especificaciones.

Desde que inició en este negocio ha sido luchar y buscarle, presentar buenos trabajos y sobre todo realizarlos con eficacia y honradez, que ha sido lo que ha caracterizado a su empresa.

Fotos: José Luis Rodríguez │ El Sol de Mazatlán

UN MUNDO DE HOMBRES

Cuando se es mujer, el desafío en el mundo laboral es aún más grande, porque además de luchar para conquistar su espacio en “mercados masculinos”, muchas veces necesitan compaginar la vida profesional con la organización del hogar y la atención de los hijos.

Tengo ayuda en la casa, Conchita tiene conmigo 28 años, que es como mi hija y ella se encarga de todo de mi casa, apenas así he podido, porque mi profesión es muy demandante, pero desde cuando mis hijos eran chicos, y hasta la fecha, siempre he tratado de que lo primero para mí sean ellos.

Trujillo Maldonado

Para Mariana, cada día empieza a las 6:00 de la mañana y en un principio terminaba hasta las 2:00 de la madrugada, aunque en los últimos años ha acortado los tiempos de trabajo y ahora regresa a su casa a las 5:00 de la tarde.

Reconoce que a lo largo de los años ha tenido que modificar su carácter para poder mantenerse con trabajo y cumplir con los compromisos. Su liderazgo y fuerza de carácter la han llevado a que algunos la consideren “Mariana, la ogra”.

Mi mamá me cuenta que, desde niña, en el pueblo, yo andaba detrás de las gallinas con un palito para que se alinearan… ya traía el liderazgo, dicen que soy muy mandona, pro bueno, todo es parte del trabajo

Trujillo Maldonado

Y así lo hace, actualmente tiene en su empresa a 20 empleados de base; eventuales llega a tener desde 50 a 150, dependiendo de la magnitud de la obra que se realice.

Empoderada en un mundo de hombres, se siente orgullosa de sus logros, las adversidades nunca la han detenido y con su “poder femenino” pisa más fuerte que nunca en el mundo de la construcción.

DATOS

38 años lleva en el sector de la construcción.

65 años de edad.

20 empleados de base dependen de Mariana.



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Fotos: José Luis Rodríguez │ El Sol de Mazatlán

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