Mazatlán, Sin.- Al quedarse amarrada el 50 por ciento de la flota camaronera de Mazatlán en esta temporada de capturas, mil 600 pescadores se encuentran desempleados actualmente.
La falta de recursos y apoyos gubernamentales, sumados a la poca producción que se prevé habrá este año, ponen en riesgo la actividad en el Pacífico mexicano, donde el año pasado se generó una producción de 27 mil toneladas.
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Miguel Alduenda Rojas, dirigente de los Pescadores Unidos de Altamar de Sinaloa, advirtió que esta cantidad de pescadores desempleados podría aumentar al concluir el primer viaje, a finales de octubre, pues algunos barcos ya no regresarán a las capturas.
Detalló que son dos mil 800 pescadores agremiados a la organización, de los cuales mil 600 están sin trabajo.
"Los pescadores que no lograron salir a las capturas el pasado 23 de septiembre al arrancar la temporada de camarón 2023-2024, se fueron a trabajar al sector de la construcción o donde pudieron, la situación está crítica", dijo.
Comentó que las autoridades federales y estatales deben implementar un plan integral, ya que la crisis pesquera se vive tanto en el sector ribereño como el de altamar.
Poca producción
Alduenda Rojas indicó que aunque hay poca producción, todavía no puede calificar la temporada, pues de acuerdo al reporte que tiene, el camarón presenta tallas chicas y medianas, lo que repercute mucho en el tonelaje.
Criticó que Inapesca, junto con Conapesca, están fallando al no hacer un trabajo como debe ser, ya que “sentados” en un escritorio autorizan la apertura de la temporada sin saber exactamente las condiciones que se tienen, algo que no debe ser.
"Si dejamos crecer al camarón, si nos esperamos para salir a pescar, en lugar de traer 10 toneladas, pudiéramos traer 20 y ese camarón se maquila, se paga mejor, pero nadie quiere comprender lo que significa darle el seguimiento al camarón, para irlo a pescar cuando verdaderamente tenga precio", puntualizó.
Estimó que con los altos costos de operación, las embarcaciones tendrán que traer mínimo 10 toneladas de camarón para poder cubrir los gastos y que puedan regresar a un segundo viaje.
Sin embargo, no cree que eso suceda, ya que al no cubrir los gastos de operación, las embarcaciones se amarrarán anticipadamente, lo que mermará la producción.
El tema del empleo también le pega a las poco más de 700 mujeres que trabajan en 10 plantas congeladoras ubicadas en Mazatlán, de las cuales solo el 10 por ciento se mantienen ocupadas debido a que no hay mucho producto qué empacar; el resto busca emplearse en hoteles, limpiar casas y las que son más grandes lavan y planchan ajeno, mientras que otras solo esperan la llegada de la próxima temporada.
Situación crítica
La flota camaronera de Mazatlán está conformada por 400 barcos, de los cuales sólo la mitad salió a las capturas el pasado 23 de septiembre.
La temporada anterior el primer viaje lo realizaron sólo 200 de 400 embarcaciones, similar a lo ocurrido este año, pero al segundo viaje ya sólo fueron 120 y sólo alrededor de 100 se animaron a realizar un tercer viaje de capturas, por lo que un mes antes de concluir la temporada, la flota completa ya se había amarrado.
Para que una embarcación pueda salir a realizar un viaje de capturas requiere de una inversión de poco más de un millón y medio de pesos; de los cuales 900 mil pesos son de diésel marino (40 mil litros).
Sinaloa es el estado productor principal de camarón en el país; le siguen Sonora, Tamaulipas, Nayarit y Baja California Sur, que concentran el 92 por ciento de la producción total que se tiene en México.