En Mazatlán hay "recicladoras" que acopian el plástico PET para su reciclaje, pero no hay fabricas como tal que lo procesen. Se estima que en la ciudad, de las 600 toneladas de basura que diariamente se recolectan, el 11% es precisamente plástico.
El valor comercial de este producto para su reciclaje es muy bajo, por ello no resulta atractivo para quienes se dedican a la pepena, su destino final sigue siendo el basurón, pero también muchos envases terminan en las calles y espacios públicos, incluso en arroyos y otros cuerpos de agua.
También puedes leer: El mal uso de la red sanitaria repercute en descargas incidentales al Estero del Yugo
El puerto podría tener su primera planta procesadora de plástico PET, que vendría no solo a disminuir la contaminación de los diferentes ecosistemas y ofrecer una mejor imagen urbana, sino que también estaría generando empleos.
Jaime Garza Garza, representante del proyecto, sostuvo pláticas con las autoridades municipales, pues para que esto sea una realidad aún falta un espacio o terreno adecuado para la instalación de las máquinas, además de liberar algunos trámites.
Este modelo de planta ya se utiliza en Estados Unidos, Canadá y en México, en el estado de Nuevo León.
Garza Garza, quien es México - Americano de nacimiento, explicó que el terreno que se busca es en las periferias de Mazatlán, específicamente hacia el sur, entre el Aeropuerto y Villa Unión, esto por temas de movilidad y logística, también porque reconoce que es una zona de escasos recursos donde hay gente pobre a la que se le podría ofrecer empleo.
Planta
El objetivo es poder instalar una planta con 10 máquinas, las cuales tiene capacidad para procesar hasta una tonelada de plástico por hora.
Explicó que con el envase PET se pueden crear nuevas botellas, mientras que con el polipropileno, material con el que están fabricadas las taparroscas, se puede manufacturar tubería y tinacos, también contenedores de basura más grandes.
Añadió que de manera inmediata esta planta estaría generando 50 empleos directos, también ofrecería la oportunidad de quienes se dedican a la pepena de ir a vender su material.
Si los planes marchan sin contratiempos, en tres meses podría empezar a instalarse la maquinaria, desde luego la inversión sería privada, al municipio solo le piden que les ayuden con los trámites.
Causas
El beneficio de la fábrica no solo sería medioambiental y económico, sino que también se busca apoyar a hospitales de niños con cáncer y refugios de animales.