Memorias bajo el agua y la violencia; el caminar de un desplazado

Después de dejar su hogar dos veces, Catalina Patrón, de 20 años de edad, pudo emprender su negocio de elaboración de cajeta artesanal

Marimar Toledo | El Sol de Mazatlán

  · viernes 31 de diciembre de 2021

Foto: Marimar Toledo | El Sol de Mazatlán

Mazatlán, Sin.- Cuando era una niña, la vida de Catalina Patrón quedó marcada, pues tuvo que salir junto con su familia y el pueblo entero de la comunidad de San Marcos, perteneciente al municipio de Mazatlán. Y es que hace algunos años, decenas de familias de por lo menos seis comunidades fueron desplazadas por la construcción de la presa Picachos.

Catalina, de 20 años de edad, tiene muy presente en su memoria cuando su pueblo natal quedó bajo el agua, lo que cambió su vida por completo, pues tuvieron que abandonar el lugar en el que siempre habían estado.

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"Nosotros vivíamos en San Marcos viejo y cuando se inundó el pueblo nos cambiamos al nuevo San Marcos, ahí nos dieron un pie de casa y cada quien construyó su vivienda".

Su papá, quien es ganadero, siguió con la misma actividad, solo que tuvo que llevarse los animales al nuevo pueblo de San Marcos, ahí vivieron algunos años, pro con la violencia que se desató en la sierra del sur de Sinaloa tuvieron que dejar el pueblo por nueve años; fue hasta hace casi tres años que regresaron para empezar nuevamente.

Fue entonces cuando su hermano empezó a elaborar cajeta artesanal 100 por ciento de leche, un dulce tradicional mexicano, receta que aprendió de un señor con el que trabajaba.

"Vamos para tres años, desde que empezó el tianguis gastronómico artesanal de La Noria, cuando mi hermano empezó a elaborar la cajeta y yo le ayudaba a empaquetar, luego él se tuvo que ir y yo me quedé con el negocio".

Originalmente se le conocía como “dulce de cajete de Tejamanil”, debido a que se comercializaba en cilindros hechos de madera llamados “cajetes”. Tradicionalmente, se elabora mediante la combinación de leche de cabra o vaca, azúcar, esencia de vainilla, canela y bicarbonato.

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Hay varias recetas para la preparación de la cajeta y en el caso de la de San Marcas, solo lleva leche y azúcar, sin conservadores. Los ingredientes se ponen a hervir a fuego lento, en un recipiente de cobre o de acero inoxidable por varias horas; se mezclan constantemente con una cuchara grande de madera, hasta obtener una consistencia espesa de color café. Cuando se comienza a ver el fondo del depósito, se retira de la lumbre y se deja enfriar.

Explica que además de trabajar en el restaurante La Abuela Tina, en La Noria, todos los viernes prepara alrededor de 30 litros de leche, de dónde saca 45 piezas en tres presentaciones.

La forma más común de utilizar este postre es en rellenos y cubiertas de pasteles y panes. Además, es el ingrediente principal para elaborar una gran cantidad de recetas de repostería: flanes, gelatinas, crepas y nieves, por mencionar algunas.

Catalina es una joven emprendedora que ya desarrolló su marca de ricos dulces mexicanos, como es la cajeta, utilizando las técnicas de elaboración y embalaje tradicional.

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La gente ha respondido bien, hay días buenos y malos como todo y además de vender en el tianguis, la gente va a San Marcos, que se ubica a 15 minutos de La Noria, a comprar el producto.

"Los botes y las cajitas es lo más caro, porque la leche la consigo con mi abuelo, la ordeña y a él se la compró, así no batallo, porque me la lleva hasta la casa. Empiezo a preparar la cajeta a las 12 del día, termino como a las 4:30 de la tarde, pero de empaquetarla hasta las 10:30 de la noche".

A LA VENTA

La cajeta que elabora Catalina se vende en el Tianguis Gastronómico y Artesanal La Noria mi pueblo querido, todos los domingos de 9:00 de la mañana a 4:00 de la tarde. También se le puede contactar por su página de Facebook: Cajeta de San Marcos.




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