Mazatlán, Sin.- Los mercados municipales son un servicio público a los cuales desde hace varios años el Gobierno municipal les destina poco o nada de presupuesto.
El más antiguo en iniciar operaciones comerciales fue el “Jose María Pino Suárez”, con 125 años de historia.
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La última intervención que se realizó en este inmueble fue a finales de 2017 e inicios de 2018, rumbo al Tianguis Turístico que se celebró ese año en el puerto, pero quedó pendiente la siguiente etapa de embellecimiento que hasta la fecha no se ha concretado.
La falta de obras de mantenimiento y rehabilitación también son más escasas en los otros cinco mercados municipales: Miguel Hidalgo, Juan Carrasco, Flores Magón, Lopez Mateos y el Cuauhtémoc, en Villa Unión.
En el Plan Municipal de Desarrollo 2021-2024 se tenía la meta de gestionar planificación de las fachadas de la zona de restaurantes en el Pino Suárez, la red de drenaje en el Juan Carrasco y el Cuauhtémoc, y tres años después hay un avance del cero por ciento.
También, la de reactivar 30 locales en el de la Flores Magón, y de acuerdo a la medición de la meta, no se llegó ni a la mitad.
Locatarios de estos centros de abasto expresan una urgente necesidad de que la próxima administración los vea para eficientar el servicio público que se ofrece en los mercados municipales.
Tercera etapa pendiente
Aunque es considerada una joya arquitectónica y es un referente turístico, el Pino Suárez ha quedado en el abandono en las últimas tres administraciones.
Pese a que este año se aprobó un recurso de 2.2 millones de pesos para trabajos de rehabilitación, la obra no se ejecutó, ya que no se obtuvo el visto bueno del INAH, supuestamente.
Luego del proyecto de embellecimiento de 2018 quedó pendiente una tercera etapa, en la que se haría la introducción del cableado eléctrico en las acometidas y la unificación de fachadas.
También en aquel tiempo se instaló una concentración de medidores para el área de restaurantes, la cual nunca se puso a funcionar.
Independiente a la Unión de Locatarios se conformó una asociación civil llamada Unidos por el Mercado Pino Suárez, en la que sus miembros hacen aportaciones para hacer mejoras en el histórico inmueble.
Tan solo en este año se han gastado más de 175 mil pesos entre el programa de control de roedores, reposición de pisos, de lámparas, compra de insumos de limpieza, trabajos de soldadura, instalación de señalética, extintores, entre otros.
"Estamos en total abandono, los mercados municipales son importantes, son centros generadores de empleo, de desarrollo económico, de este mercado dependen mil 500 familias", comentó Roberto Vega, presidente de la mesa directiva.
En las últimas dos administraciones no se le ha dado el mantenimiento general al inmueble, principalmente a las líneas de drenaje ni de electricidad, pese a que está estipulado en el reglamento.
Vega expresó que constantemente hay cortos circuitos, goteras, rebosamientos en las alcantarillas, desprendimiento de enjarres, y la dependencia a cargo simplemente no da respuesta.
El comerciante dijo que ayudaría mucho que en la próxima administración se pusieran perfiles adecuados y con experiencia en esta jefatura.
No hay interés
El mercado Miguel Hidalgo o "de la Juárez”, como se le conoce, se volvió un centro logístico de mercancías principalmente del sector alimentario y ha jugado un rol fundamental en el crecimiento de la colonia Benito Juárez.
Este centro de abastos tiene 69 años de servicio, alberga 176 locales, todos abiertos y fue en 2016 la última vez que se hizo una obra de rehabilitación, mejoramiento o embellecimiento.
"En 2016 se bajó un recurso del Gobierno del Estado y Federal, se arregló una parte del mercado, hay una techumbre nueva, fue la primera etapa, la segunda etapa nunca llegó, quedó pendiente todo el cableado eléctrico, que era lo más importante porque se pusieron tres subestaciones con todas las corridas y nunca se energizaron, porque no se liquidó a la empresa y todavía es hora que no se liquida", detalló Bernardo Osuna, presidente de la Unión de Locatarios.
Impermeabilización, pintura, reposición del piso y orden vial a los alrededores son las principales necesidades.
"Ahorita ya empiezan a verse algunas cuarteaduras en la techumbre, donde están las empalmazones, porque el mercado se hizo en tres etapas, se tiene que hacer algo, si no se va a venir un problema grande ahí", dijo.
"Vamos a pintar el mercado por cuenta propia, anduvimos buscando los recursos del Ayuntamiento y la verdad no hubo respuesta, incluso, en una ocasión fuimos con el alcalde, hablamos con él, él quedó que sí, pero la verdad nunca llega el momento en el que te bajan los recursos", agregó.
Este año se hizo un cambio en el alumbrado del interior, los locatarios pagaron las lámparas y la Comuna aportó la mano de obra, pero nada más.
"A nadie le interesa de las autoridades, como locatario vas y buscas a la gente pero no hay interés", añadió.
El Ayuntamiento pone al personal de Aseo y Limpia y brinda una parte de insumos, pero los locatarios aportan la mayor parte con sus recursos.
Las aportaciones de los locatarios en promedio son de 60 mil pesos mensuales.
Apoyo nulo
El apoyo al mercado ha sido nulo, confesó un locatario que pidió el anonimato, pues la última intervención fue hace 15 años, cuando se construyó el piso de los pasillos.
En este inmueble inaugurado hace 62 años urgen trabajos de impermeabilizado, de alumbrado y de drenaje, entre otras cosas, pero la respuesta a las peticiones es "no hay dinero".
"Nos urge al menos ese servicio de impermeabilizado, hicieron un trabajo por encimita. Resanaron las juntas de las lozas, nada más, dijeron que no les alcanzó el presupuesto", detalló.
"Ves en las paredes el desgaste, cómo está por la humedad reventado, no tenemos iluminación, este piso lo pusieron hace 20 años, era una parte de tierra, otra de cemento, además de eso, nada", apuntó.
El comerciante consideró que además del nulo apoyo hay muchas limitantes de parte de la autoridad competente, ya que ponen muchas trabas cuando por su propia cuenta quieren hacer mejoras, ni hacen ni dejan hacer.
"Entiendo que tiene que haber orden pero no deben poner tantas trabas (...)
El único servicio que nos ha dado el Ayuntamiento fue antes de las elecciones, llegaron porrones de cloro, jabón, escobas, trapeadores y nos arreglaron una puerta que estaba amarrada con alambres".
Como en los otros mercados, los locatarios también costean parte de los insumos de limpieza.
Falta conectividad de transporte
Pese al crecimiento que ha tenido la ciudad en aquel sector, el mercado Flores Magón no ha logrado consolidarse como un centro de abastos.
Desde su reinauguraron en 2013, una de las principales problemáticas es el bajo número de locales que levantan su cortina.
Para José Luis Arámburo, presidente de la Unión de Locatarios, ha faltado conectividad con el transporte urbano, ya que por ahí solo llegan a pasar tres rutas, declaró en una entrevista en julio.
"Nos ha faltado conectividad, tenemos la propuesta con la Alianza de Camiones para que pasen más rutas por ahí, hay dos-tres rutas nada más que pasan por ahí, Mazatlán ha crecido mucho por aquellas áreas, la gente de El Conchi cómo va, la gente de Villa Verde cómo va, la conectividad con otras colonias para que a la gente le quede de pasada y sea un punto estratégico", dijo.
Mencionó que actualmente hay 130 locales abiertos, pero con bajas ventas que no llegaban ni al 50 por ciento.