Mazatlán, sin.- La fe católica y su veneración por la Virgen María es una característica del pueblo mágico de Rosario, Sinaloa, donde se tiene el registro e historia de muchos sucesos relacionados con la religión católica.
El escritor e investigador sinaloense Carlos Julio Miranda relató en una de sus investigaciones lo que llamó "La aparición de la Virgen del Pilar en el barrio del Tambo Colorado".
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Fue en el año de 1943 cuando a una niña de nombre Aurea, del barrio del Tambo Colorado, le tocó mirar la imagen de la Virgen María en un pilar que sostenía la tubería de un acueducto.
"El 24 de mayo de 1943 sucedió un acontecimiento de magnitud sin igual en el Ex Real de Minas de Nuestra señora del Rosario, fue una mañana del día 24 de mayo de 1943, una niña llamada Aurea Ulloa Rodríguez, conocida como Aureita, de apenas 12 años de edad, jugaba con una cajita de juguetes en el barrio conocido como El Tambo Colorado, en El Rosario, Sinaloa, la niña Aurea chiroteaba con otra niñas y se montó en un tubo que era un acueducto, al resbalar hacia abajo jugando, grande fue su sorpresa, en unos de los pilares que sostenían el tubo, una imagen de la Virgen María de Guadalupe se le mostró, dibujada su silueta y vivos colores, la niña Aurea se hincó, y empezó a rezar en su infante entendimiento", relata Miranda.
La noticia corrió por todo Rosario, mucha gente acudió a ser testigo del milagro mariano, pronto otros milagros se le atribuyeron a la Virgen aparecida del pilar del Tambo Colorado, la gente empezó a corresponder con figurillas de “milagros” que colgaban en un corazón rojo de almohadilla, muchos de ojos, por haber devuelto la vista a invidentes, de manos, de pies, por hacer andar a los paralíticos, etcétera. El dueño del predio era el señor Francisco García.
La Señora Elvira “Tunino” era la que cuidaba la imagen, limpiando y poniendo veladoras a la Virgen; una capilla tipo enramada se levantó en su honor, luego, un techado de tejas y hoy tiene una capilla de material, con plazoleta y bancas bien dispuestas.
Veneración a la Virgen
Durante muchos años las peregrinaciones fueron muy concurridas, venían de Chametla, Huajicori, y otros pueblos de Nayarit, Escuinapa, Cacalotán, Agua Verde, Potrerillos, Mazatlán, todos con sus estandartes acudían cada 12 de diciembre a venerar y velar a la Virgen, había cohetes, romería y danzas en honor a la Virgen aparecida del pilar del Tambo Colorado.
“Todavía me tocó ver un estandarte que era de Mazatlán estaba en el interior de la capilla, la Virgen se le aparecía a la niña Aurea y una foto de ella se conserva aún con la familia, la cual rescataremos pronto”.
La Señora Aurea recibía aportaciones y recogía las “limosnas” que eran utilizadas para el festejo de la Virgen, las velas, arreglos de la capilla, cobijas y comida para los peregrinos que dormían en la intemperie durante la fiesta de la Virgen. Una vez se quemó la capilla y la imagen quedó intacta como queriendo perpetuar el milagro.
“Pero también pasaron cosas que a continuación narraré: el Cura de ese entonces llamado Silverio Otero, al enterarse de lo que pasaba, fue a reclamar las ‘limosnas’ y las aportaciones, argumentando que era falso el suceso de la aparición, que la iglesia no avala tal suceso. Y siguió diciendo que era más necesario terminar la construcción de la parroquia de El Rosario, que estaba a la mitad, y la gente estaba trasladando piedra por piedra del antiguo Templo al nuevo y las misas se hacían en la Capilla de Santo Domingo. Las cosas no pararon ahí, una vez en la misa en presencia de la feligresía y dentro de la misa dominical solemne del pueblo, el referido Cura subió al púlpito y desde ahí emitió la lectura de sentencia de Excomunión a Aurea Ulloa Rodríguez, por promover la devoción a la imagen”.
La noticia, lejos de extirpar la devoción, crecía y crecía. La Virgen permanece en el Pilar del tubo del Tambo Colorado, cerca del barrio de la Cruz; después llegó el Padre Silverio González Virgen, de Cacalotán y el trato fue el mismo, hasta que después de 20 años fue a ver la imagen el Cura Leoncio Macías y Ramírez, y cuán grande fue su sorpresa, pues desde antes de llegar a la capilla sintió la presencia de la Virgen y exclamó: ¡Viva la Virgen! ¡Viva María! y aplaudió efusivamente, para luego anular la ex comunión a Aurea Ulloa Rodríguez.