Mazatlán, Sin.- Como consecuencia de la pandemia del Covid-19 y el confinamiento social de quedarse en casa, las mujeres son tres o cuatro veces más víctimas que los hombres por diversos factores, aunque en las estadísticas de los contagios y muertes sean más varones, señaló la sicóloga Bertha Hernández Lizárraga, especialista en salud laboral y emocional.
Dijo que de 150 atenciones que ha realizado durante la emergencia sanitaria, el 75% de los casos son mujeres y el resto hombres, donde la principal causa es por ansiedad o crisis emocional por el confinamiento, miedo al contagio, miedo a morir o a perder a un ser querido.
Le siguen como factor, los conflictos familiares y problemas de pareja con 18% de los casos, mientras que por duelo suman el 12% de las atenciones, y por depresión o traumas previos que se reactivaron o agudizaron ante la situación de crisis por la pandemia, es de 13%.
Las secuelas de este confinamiento y la propagación de la enfermedad han generado que el 2% de los pacientes atendidos generen una idea suicida por miedo.
Un dato importante en los casos es que el 10% de los pacientes con conflictos familiares y de pareja están relacionados con violencia física o emocional.
La especialista señala que hablar de la violencia intrafamiliar es hablar de un tema doblemente sensible y dramático durante la pandemia, porque en el caso de la pérdida de empleo es una consecuencia ajena, así como en el caso de la pérdida del ser querido, pero en el caso de la violencia, el grupo más afectado es la mujer por varios factores.
El grupo más vulnerable de la violencia intrafamiliar somos las mujeres y en el contexto del Covid-19 somos tres o cuatro veces más víctimas por varias razones, primero somos el grupo más vulnerable, segundo posiblemente estamos sufriendo una violencia económica que no teníamos, mi marido perdió su trabajo, está desesperado, alterado, enojado y su enorme frustración la va a descargar con alguien, y consciente o inconscientemente a quien tiene cerca es a la mujer, y cómo puedo descargar mi furia, ignorándola, tratándola mal, humillándola, minimizándola o agrediéndola verbal, física, emocionalmente o sexualmente.
Bertha Hernández Lizárraga
Por otra parte, agregó, la pandemia golpea a la mujer por ser en la mayoría de los casos la cuidadora de los padres, pues tiene que superar su propio miedo de contagio, extremar sus precauciones, y tiene que garantizar el sustento, el cuidado, la protección y el medicamento de los papás, y al mismo tiempo estar al pendiente de sus hijos y de su propio hogar.
Por otra parte, nos golpea la pandemia, porque somos susceptibles de contagio, tener la enfermedad y de morir, y aquí hay una cuestión, el Covid-19 está matando más hombres que mujeres, sí, siendo más grave en consecuencia de salud en hombres, sí, pero emocionalmente está afectando más a las mujeres.
Hernández Lizárraga
Refiere que la mujer es más vulnerable, ya que muchas están libres de contagio, pero están dominadas por la angustia y el miedo del contagio, porque no sólo le da miedo enfermarse ella, le da pánico enfermar a sus papás y a sus hijos, y aunque no tenga el virus, el miedo le domina y le genera un estado de angustia y de crisis emocional y de ataques de pánico que se presentan de la nada.
ANGUSTIA POR CONFINAMIENTO
Para Betty Hernández, no es lo mismo pasar una cuarentena en una casa amplia donde haya cuatro recámaras, un jardín y patio grande, donde la familia pueda salir, tomar baños de sol y respirar a la intemperie, tener momentos de privacidad en el cuarto personal, que en una casa pequeña en la que conviven de dos a tres familias.
La comodidad hace que sea más ligera o se puede atravesar más fácil el proceso de cuarentena, pero es una parte muy pequeña de la población, la mayoría estamos en casas de una, dos o máximo tres recámaras, donde hay de una a cinco o muchas más personas, hay hogares donde hay tres familias, donde están los abuelos, dos hermanos con las esposas y los hijos, eso genera una tensión que difícilmente se puede manejar o controlar como se quisiera.
Betty Hernández
Es por esto, añade, que el asunto de la violencia intrafamiliar no necesariamente tiene que ver con el que es golpeador o victimario desde antes, hay hogares que previo a la pandemia ya tenían un trauma, ya había un antecedente.
Ahorita las llamadas de auxilio por atención de violencia intrafamiliar se dan de una manera dramática, porque donde no había violencia se ha generado con altas de violencia o generado agresiones producto del confinamiento y de todos estos detonantes del estrés, del sufrimiento y de la ansiedad y angustia que nos da el estar encerrados.
Betty Hernández
RED DE APOYO ANTE VIOLENCIA
Ante la violencia intrafamiliar, Hernández Lizárraga advierte que las mujeres son las más vulnerables, después de los adultos mayores y los niños.
Ella recomienda a las víctimas tener en claro las líneas de apoyo y de auxilio de emergencia, como es el 911, la Red de Salud Mental en Sinaloa o programas temporales de atención sicológica, con teléfonos abiertos, WhatsApp, e-mail y Facebook.
Yo, como mujer dentro del hogar, estar muy pendiente y alerta de las señales, cuando mi pareja o la persona que está ejerciendo la violencia, los comentarios, las actitudes, el lenguaje corporal, cuando ya la persona empieza a aventar cosas, a gritar, son señales de alarma y alerta.Betty Hernández
Señala que tristemente, muchas de las veces la red de apoyo de las víctimas no son sus padres ni familiares, sino conocidos, amigos o compañeros de trabajo.
Lo primero que debe hacer una persona que sufre violencia es vencer el miedo y la vergüenza a reconocer de que es una víctima o puede ser víctima de violencia.
Sin embargo, por condiciones culturales, hay muchas mujeres, sobre todo de estrato económico bajo, que todavía siguen pensando que la violencia es parte de la vida, ya que son los patrones que ha visto en su mamá, abuelas y tías.
Pero la violencia no necesariamente tiene que ver con el estatus económico, pues las personas con niveles educativos altos y de buen nivel socioeconómico también son víctimas y victimarios.
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Ahí lo que predomina es la vergüenza a aceptarlo, el temor a que los demás se enteren que estoy sufriendo, como yo que soy maestra, sicóloga, que tengo un negocio, cómo voy a aceptar ante los demás que mi pareja me maltrata, que me agrede, entran en juego otros factores que a veces pesan más, y se da un fenómeno que llamamos codependencia, yo puedo como víctima depender emocionalmente tanto de mi agresor que lo justifique, es que yo lo hice enojar, como perdió el trabajo, perdió el dinero, está enojado y frustrado por esto del Covid-19, pero ya me pidió perdón y ya me dijo que no lo volverá hacer, pero es un círculo de emociones muy dolorosas que termina en ese perdón de codependencia y termino victimizando a mi agresor.Betty Hernández
CIFRA
10% de los pacientes con conflictos familiares y de pareja están relacionados con violencia física o emocional
CAUSAS DE ATENCIÓN SICOLÓGICA
De 150 casos atendidos son:
75% mujeres
25% hombres
55% por ansiedad o crisis emocional por el confinamiento, miedo al contagio, a morir o a perder un ser querido
12% por duelo por la pérdida de seres queridos
18% por conflictos familiares y problemas de pareja
2% ideación suicida por miedo al virus
13% por depresión por traumas previos que se reactivaron o agudizaron ante la situación de crisis por la pandemia.
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