Mazatlán, Sin.- El pasado 8 de diciembre se aprobó, por unanimidad del Cabildo, el nuevo Reglamento de Construcción de Mazatlán. La última vez que este había sido modificado fue en el 2016, pero desde entonces y a la fecha la ciudad ha tenido muchos cambios por el boom inmobiliario, principalmente con el auge de las torres de condominios.
Quienes han padecido los efectos de este crecimiento, un tanto desordenado, han sido los colonos, particularmente de los asentamientos como Pinitos, Cerro del Vigía, Centro, Ferrocarrilera, Palos Prietos, Sábalo, Conuntry, quienes señalan que se entregaron permisos de construcción irregulares, fuera de ley, pues no se respetó el uso de suelo.
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También, que las constructoras no respetan los horarios, que no todas cuentan con las medidas de seguridad, incluso algunas viviendas han resultado afectadas durante los trabajos y sobre todo, que los servicios públicos, como agua, drenaje y luz, ya resultan insuficientes.
No hubo participación ciudadana
Santos Joel Cañedo Rodríguez, vecino de Sábalo Conuntry y miembro de la asociación civil "Porque Mazatlán se lo merece", menciona que en el nuevo reglamento no hubo participación o aportación ciudadana. Contó que los mandaron llamar solo una semana antes de querer aprobarlo, tiempo que no era suficiente para dar lectura a más de 500 páginas.
Tuvieron acercamiento con los regidores de la fracción pasista, estos escucharon sus inquietudes y los apoyaron en ese momento votando en contra de la aprobación del reglamento en sesión Ordinaria de Cabildo número 22 celebrada el 22 de septiembre.
Se les había dicho que se otorgaría seis meses más para proponer sus aportaciones y reunirse nuevamente; sin embargo, la sorpresa se la llevaron cuando en la Sesión Ordinaria número 27, celebrada el 8 de diciembre, el dictamen apareció en el orden del día y fue aprobado por unanimidad.
"Había tres cosas nada más que les pedíamos, que se respetaran los lineamientos del Plan de Desarrollo Urbano, la zonificación y se obligue a los constructores con el Coeficiente de Utilización del Sueño (CUS) y el Coeficiente de Ocupación de Suelo (COS)", mencionó.
Cañedo Rodríguez expuso que la participación de los ciudadanos no fue tomada en cuenta, por lo que consideró que con este nuevo documento siguen igual o peor.
"Dice el alcalde sustituto que vienen sanciones para las obras que no tengan el DRO a la vista, eso es secundario, si se viene caminando y revisa todas las cantidades de obra el 80% no tiene el nombre del DRO, lo que se tiene que hacer es aplicar la ley y suspender las obras que en un momento dado se dieron fuera de la ley", dijo.
Colegios están callados
Indicó que las autoridades municipales son muy permisivas con las constructoras, pero también las principales voces, como los colegios de arquitectos e ingenieros civiles, han permanecido callados en todo este asunto y no hacen ningún pronunciamiento la respecto, a su ver, por intereses económicos.