Robespierre Lizarraga Otero, encargado del despacho de rectoría de la Universidad Autónoma de Sinaloa, y Jesús Madueña Molina, rector separado del cargo, tenían una comparecencia ante el juez luego de que la Fiscalía General del Estado obtuviera pruebas para imputarles los cargos por abuso de autoridad; sin embargo, la audiencia no se pudo celebrar porque la parte acusada no contaba con la carpeta de investigación.
La cita estaba programada para las 9:00 de la mañana, como es de costumbre en los procesos judiciales contra funcionarios de la UAS, en la Sede de Justicia Penal, Oral y Acusatoria arribaron simpatizantes de Madueña a brindar su apoyo moral.
Durante la comparecencia, los representantes del Ministerio Público entregaron a los abogados de Madueña y Robespierre las copias del expediente. La defensa solicitó tres meses para que se reanudara la audiencia inicial, justificando el lapso solicitado diciendo que el material recién entregado era muy extenso.
El juez Carlos Alberto Herrera les concedió dos meses y fijó el 24 de enero a las 9:00 de la mañana. La comparecencia fue breve, puesto que solamente duró 14 minutos y no hubo más discusión al respecto.
"No sabíamos ni a qué veníamos, no teníamos la carpeta, solamente lo que hemos visto a través de los medios, que estábamos citados y que teníamos que venir porque un pretexto quieren para joderte", comentó Madueña al salir del juzgado.
El rector separado de su cargo especificó que esta nueva denuncia judicializada es por no permitir a la Auditoría Superior del Estado auditar los recursos de la institución educativa.
Expuso la existencia de resolutivos de jueces federales en donde supuestamente está estipulado que la ASE no tiene facultades para auditar.