Redacción
Fotos: Miguel Ángel Román
Mazatlán, Sinaloa.- A las 4:30 de la mañana suena el reloj,apenas alcanza el tiempo para echarse un baño y salir de casa acomenzar la jordana de 17 horas. Enciende el motor del camión parallegar a la terminal y dar siete vueltas para cubrir laruta.
Francisco Javier Martínez Nájera, mazatlecode 45 años, casado y con dos hijos, disfruta su trabajo, es porello que lo hace con responsabilidad y mucho gusto. No es fácilandar tantas horas sentado, pero este empleo le da la oportunidadde conocer mucha gente.
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El Sol de Mazatlán verificó, que de laavenida Alemán a su base en Urbi Villas, tardó una hora con 17minutos, luego de tomar una bebida, 16 minutos después el checadorle marca su tarjeta y emprende el regreso al Centro en su quintavuelta de siete, y le tomó dos horas con dos minutos.
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“En lo que va de la semana, sólo dos asaltos han ocurrido alos compañeros; en Urbi Villas, una pareja asaltó con arma blancay en el otro caso, un sujeto con arma de fuego, desvió el camiónllevándolo a la avenida Emilio Barragán, frente a la API”,comenta Francisco Javier, afortunadamente ninguno saliólastimado.
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Un poco antes de las cinco de la tarde, Francisco cargadiesel, entrega cuentas y, finalmente, llega con su familia adescansar y reponer energías para un nuevo día. Sabe que si bientrabaja, puede ganar más de cuatro salarios mínimos por día.