Mazatlán, Sin. - Entre los olores que se respiran a los alrededores del mercado Miguel Hidalgo de la colonia Benito Juárez de Mazatlán, hay uno en especial que atrapa a los paseantes. Y es que además del aroma de frutas y verduras, destaca el de los guisos que prepara el personal de la taquería “El Cobarde”, un establecimiento que opera desde hace 63 años.
Quienes acuden a realizar sus compras al recinto comercial, principalmente los fines de semana, no dudan en parar la marcha para pedir una orden de tacos.
Desde las 6:00 de la mañana y de lunes a domingo, marchantas y marchantes caminan por las banquetas de la calle Rafael Buelna, para dirigirse a degustar los tacos de ese negocio.
Fue en el año de 1957 cuando don Ángel Anguilera Lares, quien ese entonces contaba con 25 años de edad, llegó a Mazatlán proveniente del estado de Jalisco, en la búsqueda de trabajo.
La presencia del jalisciense en tierras sinaloenses era para la búsqueda de una mejor oportunidad laboral, que le permitiera tener recursos para poder sacar adelante a su familia.
El no encontrar un trabajo hizo que el joven originario de la comunidad de Cuquio, aprendiera los conocimientos de la cocina mazatleca, que adquirió a través de su cuñado Leandro Villarueda.
La preparación de caguama, que estaba permitida por las autoridades en ese entonces, fue lo que aprendió y que inmediatamente empezó a ofrecerla a los comensales del entonces pequeño puerto mazatleco.
Sin tener un lugar fijo, Ángel junto con su esposa María Acosta comenzó a ofrecer sus ricos platillos a las afuera de empacadoras y congeladoras de la ciudad, que se encontraban cerca de su hogar, a espaldas de lo que hoy es la Escuela Náutica.
Desde temprano instalaba su humilde negocio, que solo consistía en bandejas conocidas como “aguamanil”, que iban sobre una base de madera que la gente de ese entonces las llamaba como “jaras”.
Pescadores y trabajadores de los negocios de esa parte del municipio, acudían con el comerciante, quien ofrecía la orden de caguama entre 50 centavos y 1 peso.
La afición que acudía al viejo estadio de beisbol, que anteriormente se encontraba por avenida Ejército Mexicano, a un costado de la extinta lavandería “Lavamex”, también era su clientela.
Cuenta la leyenda
Sin contar con un nombre que identificara el negocio, los clientes que se arremolinaban afuera de una radiodifusora que se encontraba en el primer cuadro de la ciudad, comenzaron a identificarlo como “los tacos del cobarde”.
Y es que Ángel, para llamar la atención de quienes no se decidían por probar lo que les ofrecía, les gritaba “pásenle a los tacos, no sean cobardes”, y fue así como nació el nombre de la taquería.
Para acudir al negocio “móvil” de tacos, que un día se encontraba en un lugar y al siguiente en otro, las personas tenían que buscarlo hasta dar con él. Lo bueno era que siempre se encontraba en las inmediaciones de la colonia Centro.
Se mudan
A escasos años de haber sido fundada la colonia Benito Juárez (1953), la familia Aguilera junto con su vendimia se trasladó a dicho asentamiento, donde tenía poco de haber nacido el segundo mercado más importante del municipio, el “Miguel Hidalgo”.
La venta de tacos de caguama continuó, a corta distancia de los comerciantes de frutas y verduras.
Una vez conformado el recinto comercial, “El Cobarde” cambió de lugar, ahora en un puesto que se encontraba a un costado de lo que hoy es la calle Rafael Buelna, a escasas 2 cuadras de la entonces Dirección de Seguridad Pública Municipal.
Para ese entonces, en el establecimiento apoyaban los hijos más grandes de la familia: Alma, Arturo y Alfredo, quienes se encargaban de servir la comida que preparaba don Ángel.
Variedad
En 1991, menciona Aurora, hija de don Ángel, dejó de vender tacos de caguama debido a su veda permanente, pero eso no fue obstáculo para ofrecer una gran variedad de guisos a su público.
Carnita al vapor, así como estofado de res con aleta de atún, fue lo que sustituyó al anterior platillo, seguido año más tarde de carne frita de puerco, además de tostadas con chanfaina y actualmente chicharrón guisado, carne asada y adobada.
Uno de los platillos que vuelan, porque a las 8:00 de la mañana ya no hay, son los tamales preparados, los cuales se sirven sobre un plato bañados con caldito de res y repollo picado.
Con precios de 13 pesos el taco, tortas de 34 pesos y tamales de 18, quesadillas a 34 y tostadas a 13 pesos, a la taquería acude el público en general e inclusive artistas regionales como Pancho Barraza, integrantes de la banda MS, La Misma Tierra y hasta Calibre 50.
El legado
Adrián Aguilera Acosta comenta que hace 8 años el creador de la sexagenaria taquería dejó de ir al negocio, pues su edad avanzada le impedía continuar, por lo menos ver a su familia, que se hacía cargo de su creación.
Reconoce que pese a los años que tenía, el taquero iba al establecimiento, donde se sentaba para observar la labor que realizaba cada uno de sus hijos, a los cuales siempre recomendaba el buen trato al cliente.
Él nos dirigía, nos decía qué estaba bien, qué estaba mal, siempre sonriente, para que no se fuera la clientela a otra parte y eso nos ayudó mucho y lo tomamos como buenos consejos los del viejo
Adrián Aguilera Acosta
Lamentablemente, señala, hace seis meses “El Cobarde” murió, pero su legado continúa a través de sus hijos y nietos, quienes ofrecen la gran variedad de tacos para satisfacer el paladar de sus clientes.
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Datos
60 años tiene taquería El Cobarde en Mazatlán.
3 generaciones de la familia Aguilera han pasado por el negocio.
Famosos
Cantantes como Pancho Barraza y músicos de la Banda MS, La Misma Tierra y hasta Calibre 50, son clientes asiduos de Taquería El Cobarde.
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