Mazatlán, Sin.- Las organizaciones de rescate no gubernamentales, como Cobras y la Cruz Roja, se enfrentan a grandes desafíos para financiar sus equipos de rescate y sus operaciones diarias.
Salvador Gabriel Reyes, líder de Cobras, revela que el financiamiento principal proviene de ellos mismos y de donativos de la comunidad local, en lugar de depender exclusivamente de paisanos en Estados Unidos.
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"Nosotros dependemos de nosotros mismos, colectas, kermeses, donativos, y unos paisanos que nos donaron dos ambulancias, no recibimos ayudas del gobierno, es por convicción", mencionó Reyes.
Para mantener sus cinco ambulancias y el equipo necesario, organizan colectas y eventos, además de recibir algunas propinas por el servicio de traslado.
"Y también recibimos algunas propinas por parte de la gente a la que trasladamos en ambulancia, nadie les pide nada, a los voluntarios lo ayudan y se lo reparten entre ellos, pero en sí no cobramos los traslados a los que vamos", añadió.
Por su parte, la Cruz Roja Mexicana también opera sin apoyo directo del gobierno y enfrenta la falta de recursos.
A pesar de atender entre el 80 y 90 por ciento de las emergencias diarias, no reciben fondos del gobierno y dependen de pequeñas donaciones y cuotas de recuperación voluntarias.
"Cruz Roja Mexicana es una Institución de Asistencia Privada No Gubernamental (IAP), por lo que al no contar con apoyo del gobierno, debemos pagar por cada uno de los servicios. Agua, luz, internet, combustible, materiales de curación, medicamentos, entre otros, así como salarios de cada uno de nuestros colaboradores", decía en un boletín.