Mazatlán, Sin.- Una de las problemáticas más frecuentes en ciudades con litoral es la obstaculización o apropiación por parte de particulares de los caminos de acceso a las playas, y Mazatlán no es la excepción.
El ritmo de crecimiento de los centros turísticos evoluciona más rápido que las leyes e instituciones que regulan el aprovechamiento y protección de las zonas costeras.
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Grandes extensiones de territorios se concesionan a desarrolladores de complejos hoteleros, habitacionales y de esparcimiento, cuya infraestructura impide el libre tránsito a las personas.
La Ley General de Bienes Nacionales establece que el acceso a las playas y a la Zona Federal Marítimo Terrestre contiguas a ellas no pueden ser obstaculizadas, restringidas ni condicionadas.
Tan solo en la avenida Del Mar se detectaron alrededor 18 escaleras para descender al área de playa, las cuales están acaparadas por los restaurantes tipo palapa, incluso en algunas hasta candado le ponen para que la gente no las use, a menos que vayan a hacer consumo al local.
En la Zona Dorada y Cerritos hay tramos de hasta un kilómetro sin un acceso a la playa, y en cambio hay edificaciones de hoteles y desarrollos inmobiliarios de condominios.
Sábalo-Cerritos
En un conflicto que lleva varios años, vecinos de diversos fraccionamientos derrumbaron un muro que se construyó sobre un andador que se usaba como acceso a la playa desde hace mas de 20 años, en la zona Sábalo-Cerritos.
La torre de condominios Pearl Tower construyó una barda sobre dicho acceso para impedir el paso de las personas hacia la zona costera, y al considerar que esto era una acción ilegal por impedir el libre tránsito, los vecinos de los fraccionamientos aledaños decidieron derrumbarla, aunque días después se levantó otra pared y se añadió una cerca electrificada.
Ésta no es la primera vez que el condominio ha intentado apropiarse del andador, pues en 2022 los vecinos también denunciaron el cierre de este acceso peatonal hacia la playa.
El entonces director de Desarrollo Urbano Sustentable, Jorge Estavillo Kelly, aseguró que el desarrollo inmobiliario contaba con una concesión emitida por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales sobre dicho acceso, y que el argumento de cerrar el paso es porque ya estaban enfadados de que la gente se metiera a hacer ahí sus necesidades fisiológicas tener relaciones sexuales o drogarse, sin que hubiese un responsable de mantener limpia esa área.
Ahora que el conflicto ha surgido nuevamente, el actual titular de la dependencia, Paúl Galindo Maldonado, informó que no es de injerencia federal, ya que la torre de condominios acreditó, con escrituras, la propiedad, es decir, que se trata de un terreno particular.
El funcionario agregó además que sí cuentan con un permiso vigente para levantar una barda perimetral, aunque también dijo desconocer que existía un recurso de amparo que habían interpuesto los vecinos hace años, pues la dependencia no estaba notificada de ello y el permiso se otorgó de buena fe.
Avenida Del Mar
En enero de este año el alcalde Édgar González anunció que ordenarían a palaperos de la avenida Del Mar que obstruyen las escaleras de ascenso y descenso del malecón hacia la playa.
Informó que se habían detectado al menos cinco establecimientos que se adueñaron de estos espacios, cuando deberían ser de libre tránsito para bañistas y usuarios de playa, y que en un caso de emergencia las escaleras estarían obstruidas.
Cerritos y Brujas
En febrero de 2023 se interpuso una demanda colectiva ante el Instituto Federal de Defensoría Pública para garantizar el libre acceso a las playas en Cerritos y Brujas, donde se detectaron cuatro obstrucciones en accesos por parte de particulares. Los accesos fueron liberados después de una denuncia pública que hicieron los inconformes.
Autoridad rebasada
El regidor y coordinador de la Comisión Transitoria de Ordenamiento de Playas y Zonas Turísticas, Bernardo Alcaraz Conde, consideró que las dependencias que tienen injerencia en la Zofemat, como Semarnat y la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente, se han visto rebasadas en estos casos, principalmente por la falta de personal.
"Les falta personal, es complicado para ellos cubrir una extensión tan grande de playa con tantas concesiones y hacen su mayor esfuerzo, es por eso que se pusieron a disposición los inspectores de Oficialía Mayor para apoyar en una revisión", dijo.
El edil indicó que Oficialía Mayor ha tenido acercamiento con los concesionarios de palapas para liberar las escalinatas, las cuales no están contempladas en su concesión.
"Las concesiones de los restauranteros están a un costado de los accesos y lo hacen como si fueran privados cuando en realidad no son (...) lamentablemente es una costumbre de toda la vida, en Mazatlán ha sido así, necesitamos liberarla”, indicó.
Por si fuera poco, señaló además que los concesionarios muchas veces abarcan más allá de lo que se les otorgó, poco a poco acaparan uno o dos metros más de su delimitación.
La Profepa debería llevar a cabo prácticas periódicas de visitas de inspección a fin de corroborar el cumplimiento de las disposiciones legales administrativas en la materia.
Cuando se trata de superficies otorgadas en concesión o permisos, se verificará que el uso de explotación o aprovechamiento sea lo autorizado, de igual forma que las áreas libres no hayan sido invadidas o detentadas ilegalmente.
En cuanto el acceso de Cerritos, Alcaraz Conde reconoció que éste fue andador libre por mucho tiempo, incluso cuando se construyó la torre quedó libre, pero ahora resultó que sí tenía dueño.
"Los dueños hablaban de que dejaban mucha basura, hacían sus necesidades fisiológicas ahí y esa fue una de las causas por las que prefirieron cerrar, es un tema un poco complejo (...) deberíamos encontrar un mecanismo donde estén conformes ambas partes, tanto los vecinos que reclaman esos derechos , como los propietarios de los departamentos que reclaman también sus derechos que ese pasillo se mantenga seguro y limpio".
Unidad Municipal de Zofemat
Cuando se trata de ordenar las playas siempre resulta muy complejo, apuntó Alcaraz Conde, pues está el conflicto de las delimitaciones de la Zona Federal Marítimo Terrestre con el polígono que es administrado por el Municipio.
El Gobierno municipal buscaba concretar un proyecto de una unidad municipal de Zofemat para frenar el desorden que impera en el tema de construcciones, vendedores de playa y hasta la generación de la basura, sin embargo, no se logró.
Esta unidad, que ya existe en otros destinos de playa del País, auxiliaría para mantener actualizada la delimitación de la Zona Federal Marítimo Terrestre con fines de ordenamiento catastral y cartográfico, así como que el Municipio realice acciones de inspección y vigilancia a los concesionarios, entregar anuencias a vendedores ambulantes y a los desarrollos que quieran instalarse sobre el litoral.
"Es muy complejo porque a veces hay zonas que dentro de las delimitaciones se quedan prácticamente en la línea (...) cada vez vemos más permisos y en teoría no se han otorgado más permisos, es algo complicado y el tipo de permiso que tienen, a veces no corresponde con la actividad, es lo que Oficialía Mayor nos iban a ayudar a identificar", detalló.