Mazatlán, Sinaloa.- La tartamudez es una condición que ha sido conceptualizada como una enfermedad, que por suerte, sí puede ser superada y no sólo tratada.
Esta condición multifactorial, tiene raíces genéticas neurológicas, una de las hipótesis dice que tienen tres genes mutados en el sistema metabólico y eso hace que se traben las personas.
Se presenta en tres formas encubiertas, la que no se nota y se hace sustitución de palabras, trucos, mecanismos de evasión y falta de asertividad; la descubierta se nota con contorsiones faciales, muletillas, repeticiones y el 90% del iceberg son todos los sentimientos arraigados por la tartamudez, la autoflagelación, ansiedad, miedo, depresión y tristeza.
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Perla Ernest Hernández, de madre mexicana y padre galés, con origen en el Estado de México, ha compartido su testimonio, ya que también padeció la condición de la tartamudez desde los tres años de edad y hoy es una mujer que ha superado esa condición.
Este trastorno del habla decidió las parejas que debía tener, la carrera que debía estudiar e incluso la motivaba a mentir constantemente, para evadir estar con gente.
Perla, quien actualmente tiene 30 años, vivió 19 con esta limitación del lenguaje. Recuerda que su infancia la pasó con sus padres en viajes por el mundo, para hallar la solución a su problema.
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Explicó, que esta problemática de lenguaje, no sólo te afecta de forma física, sino también en lo mental, emocional y espiritual.
Afecta como una aflicción que te cohíbe como ser humano, alejándote de tus sueños, produciendo emociones constantes de vergüenza, miedo a tartamudear, ansiedad, humillación, autoflagelación y depresión en algunos casos.
Perla Ernest Hernández.
Comenta, que cuando se siente aturdida por un episodio de tartamudez, se detiene y respira, acepta que esta condición vivirá con ella toda su vida; sin embargo, puede confrontarla, al haber aceptado que vivía con miedo a ser juzgada.
“La tartamudez no se cura. No se cura porque no es una enfermedad, es una condición, por lo tanto, se supera”, reiteró.
Aseguró, que a través de ejercicios de respiración diafragmática, de voz, pero sobre todo de aceptación del padecimiento, y búsqueda de aptitudes personales por medio del enfoque científico de Gallup, logran que los tartamudos mejoren sus capacidades de comunicación para no conformarse.
A partir de esos conocimientos creó Proyecto Ernest, un grupo de ayuda para jóvenes y adultos que viven con esta condición y que ha servido a 200 personas a comprender que son seres capaces de llevar una vida normal.
"Proyecto Ernest, es un programa para adultos y adolescentes que crecieron con tartamudez y se trabaja en cuatro aspectos, la parte física, emocional, mental y la espiritual, ya que si se emplea un trabajo para mejorar la fluidez del habla de la persona que tartamudea, será un éxito", precisó.
Contrario a lo que los demás pensaban, ella se convirtió en una experta en comunicación y actualmente motiva a los tartamudos a emprender acciones para no conformarse con sus limitaciones.
Perla Ernest ha sido traductora, apoya a otras personas que viven con la misma condición y asegura que le gusta conocer gente por medio de la comunicación.
De acuerdo con la Organización Mundial para la Salud (OMS) 1.5 % de la población padece tartamudez, considerada como un trastorno en el que se repiten los sonidos, las sílabas o las palabras, se prolongan los sonidos y se tienen interrupciones del habla.