Mazatlán, Sin.- Apego a la justicia del amparo y dejar de proteger ante las empresas, piden vecinos del Fraccionamiento Los Olivos a la dirección de Ecología y Medio Ambiente.
En el año 2020 el juez Octavo de Distrito del Estado otorgó una suspensión definitiva con el número de expediente 408/2020 derivada de un juicio de amparo contra la empresa Industrias de Maíz y Trigo Blancas, mejor conocida como Tostadas Blancas y Munsa Molinos para el retiro de los silos que almacenan y mezclan los granos, la cual, afirman, se ha violado.
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¿Por qué promovieron el amparo?
Olga Meda tiene 15 años viviendo en el fraccionamiento, recuerda que cuando llegó ahí había apenas dos silos, hoy son siete grandes y unos ocho más pequeños.
La maquinaria trabaja de seis de la mañana a nueve de la noche sin parar y el ruido es excesivo. Aunque desde el 2014 cuando empezaron a buscar la protección legal fue hasta el 2017 cuando se inició el juicio de amparo y tres años después obtuvieron la suspensión.
"¿Por qué no hacen caso? Los silos están suspendidos y de todas formas siguen trabajando. Ecología no los para", señaló Olga.
La resolución conminó también a los responsables para que realicen visitas de inspección a fin de verificar la existencia de las licencias, permisos de autorización con las que debe contar la empresa.
Agregó que en variadas ocasiones han hablado por teléfono a la autoridad para que acudan al lugar y se percaten del ruido y la contaminación auditiva; sin embargo, estas hacen caso omiso y ya ni el teléfono les contestan, por lo que la maquinaria sigue trabajado incluso de noche y madrugada, lo cual no les permite descansar por el ruido que es insoportable.
Mencionó que cuando la dependencia municipal va a acudir con el sonómetro para medir los decibeles de los silos les avisan y estos apagan la maquinaria, por eso nunca sale alterado.
Bomba de tiempo
Los gases y polvos que se acumulan en los silos son altamente explosivos, indicó Olga, y todos los días en la mañana se puede ver cómo se esparcen por el aire.
"La cascarita que suelta el maíz es explosivo y de diario en la mañana ahí lo ves bien como cae. Si traes camiseta negra parece que traes caspa de cómo te llenas toda", dijo.
Lo recomendable es que a un kilómetro a la redonda de la empresa no debe haber casas por si llega a ocurrir una explosión y pese a que reconoció primero fue la empresa y luego el fraccionamiento había ya otros asentamientos como Jabalíes, Fovissste e Infonavit Playas. Consideró que en este asunto ya no está en discusión quién se instaló primero en la entrada norte de Mazatlán, sino los riesgos que significa una empresa que prácticamente quedó en medio de la mancha urbana.
"El dueño dice que no se puede prender ni un cerillo y es una quemazón de los invasores que están por un lado, seguido quemando, Dios nos ha protegido mucho y no nos ha pasado nada, pero nosotros todos tenemos boiler, todos tienen asador y hacen carne en los patios y según él nadie puede prender".
Nadie dice que cierren la empresa, añadió, solamente que quiten los silos.
Antecedente
En el año 2017 se registró un fuerte estallido al Interior de la empresa, lo que provocó la alarma de los vecinos y movilización de cuerpos de auxilio. Juan Manuel Félix, propietario de Tostadas Blancas, declaró que la explosión se debió a la salida de aire comprimido de una máquina que paró de manera inesperada. Sin embargo, nunca se puso en riesgo a trabajadores y vecinos.
En ese entonces habló también sobre la posible reubicación de la industria hacia el municipio de la Cruz de Elota, zona donde se compra la mayor cantidad de materia prima.