Mazatlán, Sin.- En un escándalo que pone en jaque la integridad de la Policía Municipal de Mazatlán, 16 agentes están bajo investigación por “fingir enfermedades” para obtener licencias médicas y trabajar en otros empleos.
Las acusaciones contra estos oficiales no solo incluyen la simulación de enfermedades, también abuso de autoridad y extorsión, lo que ha generado un clima de desconfianza y preocupación en la corporación.
Licencias médicas para trabajar en otros empleos
El secretario de Seguridad Pública Municipal, Jaime Othoniel Barrón Valdez, informó que estos agentes han utilizado licencias médicas para justificar ausencias prolongadas, mientras que en realidad, se desempeñan en otros trabajos, principalmente en el ámbito de la seguridad privada y como choferes de aplicaciones.
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"Hemos detectado que algunos de estos elementos han fingido lesiones, como torceduras de tobillo para conseguir incapacidades que duran entre seis y ocho meses", detalló Barrón Valdez.
La práctica de simular enfermedades no solo afecta la operatividad de la Policía, sino que también implica un costo significativo para el Municipio.
Cada agente en formación representa una inversión de aproximadamente 75 mil pesos, según el alcalde Édgar Augusto González Zataráin.
Esta situación ha llevado a la administración a reforzar los controles internos y a investigar a fondo cada caso.
Investigaciones y sanciones en curso
La investigación también abarca al personal médico encargado de emitir las incapacidades.
Barrón Valdez explicó que las sanciones podrían llegar hasta el despido de los implicados.
"Es una práctica que debemos eliminar. Estos elementos están defraudando a la sociedad, que paga sus salarios con sus impuestos", afirmó.
"Es una situación complicada porque no depende directamente de la seguridad pública, nosotros hacemos el conocimiento de administración de control, que son licencias médicas que emiten los médicos, pero sí los hemos percatado con las investigaciones que hemos realizado, que están laborando en otros lugares ocho meses, nueve meses, entonces eso es una mala práctica que tenemos qué eliminar, porque nosotros trabajamos para la sociedad y al final de cuentas nos pagan todos nuestros ingresos de nuestros impuestos".
El director operativo de la Policía Municipal, Pablo Ramírez, también ha sido enfático en la necesidad de recuperar la confianza de la ciudadanía.
"Estamos trabajando para eliminar estas malas prácticas y asegurarnos de que todos nuestros agentes se rijan por un código de ética y disciplina", declaró Ramírez.
Esta declaración de Ramírez se da tras los recientes videos en los que unos oficiales se meten a la fuerza a un local de la colonia Lomas del Ébano de Mazatlán.
Una corporación bajo la lupa
El caso ha puesto en evidencia la falta de control y supervisión dentro de la corporación policial.
"No es toda la corporación, son ciertos elementos los que están involucrados en estas prácticas indebidas", aseguró Barrón Valdez.
Y remató: Ya se toman medidas para evitar que esta situación se repita.
"Son 16 elementos los que están así de manera frecuente, que se han percatado de que trabajan en otros lugares, de que solamente están pues aprovechándose de la situación", añadió Barrón Valdez.
El secretario de Seguridad Pública Municipal subrayó que la responsabilidad de emitir las incapacidades no recae en la dirección administrativa de la Policía, sino en los médicos.
"Ahí es una investigación, es parte de la investigación, también llega con nosotros, nosotros no podemos incapacitar a una persona, no podemos incapacitar, es la dirección administrativa (quien lo hace), lo saben”, explicó.
En Mazatlán, un policía gana entre 8 mil y 13 mil pesos quincenales, dependiendo de su rango.
Este salario, aunque competitivo, no parece ser suficiente para algunos oficiales que buscan ingresos adicionales a través de otros empleos, bajo el amparo de licencias médicas fraudulentas.
"Son aproximadamente 8 mil pesos a la quincena. Hay algunos complementos, hasta 10, 12, 13 mil pesos, dependiendo del grado. Todo aquí es dependiendo de la escala jerárquica”.
Además, esta situación se suma a los desafíos que enfrenta la Policía Municipal, que ya de por sí lidia con la falta de personal y recursos.
Con alrededor de 280 nuevos policías planeados para incorporarse próximamente, la administración espera cubrir las vacantes y reforzar la seguridad en la ciudad.