Mazatlán, Sin.- A dos meses de iniciado el periodo de veda del camarón de altamar, pescadores del Parque Bonfil viven un panorama desolador por la falta de empleo seguro para llevar el alimento a las mesas de sus hogares.
El "piojillo", ese fantasma aterrador del sector pesquero, dura al menos seis meses, tiempo en el cual la cobija de la pesca los deja desnudos y a su suerte.
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En un recorrido por el muelle del Parque Bonfil, se pudo observar que la zona se encuentra desolada, pues los casi 500 barcos están "amarrados" y no reciben, al menos, mantenimiento.
Don Héctor, pescador desde hace 28 años, manifestó que la situación para los más de 3 mil 500 pescadores desempleados está muy dura y cada vez se pone peor.
“Ahorita el asunto aquí está crítico, se ve que está solo el muelle, pues está bien solo, está crítica la cosa y la neta no hay de dónde sacar recurso para sostener a la familia, venimos un rato aquí y nos regresamos”, dijo.
Comentó que durante la veda tienen que buscar trabajo por otro lado, algunos se emplean como guardias de seguridad, otros en talleres mecánicos, como albañiles y veladores, o trabajos por su cuenta.
Expresaron que, en comparación con otros años, la pasada temporada de camarón ha sido de las más difíciles para ellos, pues aunque hubo producción, el precio del camarón estuvo muy bajo.
Para saber
El 20 de marzo inició la veda para el aprovechamiento comercial de todas las especies de camarón en aguas de la jurisdicción federal del Océano Pacífico –que incluye el Golfo de California— y en los sistemas lagunarios, estuarinos, marismas y bahías de Baja California Sur, Nayarit, Sinaloa y Sonora.