Mazatlán, Sin.- Mazatlán enfrenta una crisis de desapariciones desde la primera semana de septiembre, que coincide con el brote de violencia iniciado en Culiacán por el pleito de dos facciones del Cártel de Sinaloa.
Sin embargo, muchas de estas desapariciones no son reportadas a las autoridades ni llegan a la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas en Sinaloa.
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Fátima, vecina de la plazuela Machado, explica que uno de los principales motivos para no hacer reportes es el miedo a que dañen a la familia del individuo que fue privado de su libertad.
"La gente no reporta porque teme que, si lo hace, le harán daño al resto de la familia. Imagínate que tienes una hija pequeña y sabes que está en riesgo, lo primero que hacen es no querer reportar por el propio miedo", comenta.
Este temor se traduce en una parálisis que impide a muchas familias buscar ayuda.
Agustín, un residente de Playa Sur, agrega que otra dimensión al problema es el miedo a que no regresen al individuo que fue “levantado”, o en el peor de los casos, lo asesinen, por eso no denuncian.
"Hay quienes creen que si denuncias, le pueden hacer algo peor a la persona que se llevaron. Es una manera de protegerlos, es su última esperanza, se aferran a la fe de creer que regresen y tratan de no hacer escándalo", asegura.
Ella explica que auto silenciarse puede salvaguardar la vida de los desaparecidos.
Sarahí, quien vive en el Centro Histórico, añade que las amenazas directas también juegan un papel crucial.
"Es probable que las familias de las personas desaparecidas reciban amenazas en caso de buscar o reportar la situación del afectado, por miedo a las amenazas que los grupos les han de hacer", afirma.
Jesús Jared menciona que muchas familias huyen por el mismo miedo a que les hagan algo a ellos.
"Muchas veces me imagino que pasa que las personas se van de donde quiera que estén, por miedo a que los levanten junto con los hijos, novio, novia, primos, lo que sea, pero mejor se van y dejan ahí al familiar o al amigo", expresa.
El Gobierno federal desplegó semanas atrás 600 efectivos militares en Mazatlán por la crisis de desapariciones y los enfrentamientos en la zona serrana de Concordia, que ha dejado familias desplazadas de sus comunidades.