Mazatlán, Sin.- La pesca incidental es una amenaza que disminuye los esfuerzos de conservación de la tortuga marina, manifestó Raquel Briseño Dueñas.
La investigadora del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM detalló que de acuerdo indicador de varamientos, en los últimos seis años han muerto alrededor de 300 tortugas en las playas del sur de Sinaloa.
"Tenemos datos que nos muestran que tenemos una incidencia de pesca incidental por el número de tortugas que aparecen en la playa, hay algunas playas en que se lleva a cabo una estadística, que puede ser cada año alrededor de 50 especies".
Señaló que durante el confinamiento las playas se vieron con menos residuos y las tortugas encontraron menos obstáculos para arribar, sin embargo, la pandemia no ha ayudado a disminuir los riesgos de las redes fantasmas, donde las tortugas quedan atrapadas y provocan gran mortalidad, así como la ingesta de plásticos.
Explicó que Sinaloa se tienen anidaciones de tres especies; tortuga golfina con mayor abundancia; tortuga negra y la más grande de mayor peligro de extinción es la tortuga laud. Cada una tiene diferentes patrones reproductivos.
"La tortuga marina puede anidar hasta tres veces en el año y en cada uno de estos nidos en la arena deja un promedio de 100 huevos, máximo 140, dependiendo de su edad y condición metabólica de su organismo", dijo.
Manifestó que de acuerdo a un estudio de evaluación de tortugas golfinas, México es el país que más población de tortuga tiene, donde la tendencia de su riesgo de extinción ha disminuido por la recuperación de los trabajos de conservación por toda la costa del Pacífico mexicano.
Briseño Dueñas mencionó que actualmente las tortugas están en la etapa de reproducción, migrando de su zona de alimentación a las zonas cercanas de anidación que van a empezar a anidar en mayor cantidad a partir de julio, hasta agosto septiembre, y octubre, después irán disminuyendo hacia las costas de Sinaloa y todo el país.
"Tenemos la Red de Tortugueros de Sinaloa con 11 campamentos operando desde el norte de Sinaloa hasta el sur de Escuinapa, en estos campamentos de la temporada de julio a diciembre se van a iniciar las actividades de conservación de la tortuga marina" expresó.
La investigadora indicó que el caso de El Caimanero, en El Rosario, es una playa muy importante donde hace falta volver a establecer un campamento para proteger a la población que anida en ese lugar, aunque hay amenazas como la pesca incidental que no tiene vigilancia.
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