Mazatlán, Sin.- La violencia que azota a Mazatlán llevó al dirigente del PRI local, José Luis Arreola Montoya, a exigir la renuncia del secretario de Seguridad Pública Municipal, Jaime Othoniel Barrón Valdez.
El dirigente político manifestó que la situación de inseguridad en la ciudad es insostenible y acusó a las autoridades de no ofrecer respuestas efectivas.
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“Nos están matando, están levantando y desapareciendo a nuestra gente. No se puede trabajar así”, expresó Arreola.
El dirigente priista resaltó que la inseguridad ha afectado principalmente a los jóvenes.
“Ayer otra joven fue secuestrada. ¿Qué le dice la Fiscalía? Vaya y ponga el reporte, pero no aparecen", denunció, al referirse a la falta de acción por parte de las autoridades ante casos de desapariciones.
Arreola Montoya también mencionó varios otros incidentes de violencia que se han reportado recientemente.
“No aparecen tampoco tres jóvenes levantados en el estacionamiento”, dijo al describir la situación como alarmante.
Según el líder del PRI, estos hechos demuestran la incapacidad de las autoridades para garantizar la seguridad de los mazatlecos.
En relación con las políticas de seguridad implementadas, Arreola fue enfático en que no se toman las medidas adecuadas para solucionar los problemas.
“Con votos no se arreglan los problemas de Mazatlán. Con imágenes de tomándose un rapado en una zona rural o comiendo un elote en la Machado no van a regresar nuestros jóvenes”, señaló.
Además, hizo un llamado a las autoridades para que tomen decisiones y establezcan estrategias de seguridad más efectivas.
“Se necesitan estrategias de seguridad integral, fuertes, y tomar con mano firme decisiones”.
Arreola Montoya también destacó las repercusiones económicas que la inseguridad tiene en la ciudad.
“Mazatlán se siente tenso. Y cuando hay inseguridad, peligra la situación. Y si no hay seguridad, no hay trabajo, y si no hay trabajo, también por lógica, no se fortalece nuestra economía local", dijo.
El dirigente priista expresó su solidaridad con las familias de los desaparecidos, y mencionó que algunas de ellas temen hablar por las amenazas que han recibido.
"Las madres de los desaparecidos tienen miedo de hablar, incluso de buscar a sus hijos", comentó.