Culiacán, Sin. -Una misa matutina tuvo lugar esta mañana en la iglesia Santa Inés para encomendar el alma de Héctor Melesio Cuen Ojeda a Dios y ofrecer consuelo a los amigos y familiares tras su muerte.
La urna plateada con las cenizas del exrrector de la UAS y fundador del PAS se encontraba frente a su retrato, donde se le veía sonriente y con el puño levantado.
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Al frente, su esposa Angélica Díaz Quiñónez, junto a sus hijas, escuchaban con atención el sermón del presbítero Rosario Enríquez Morales, buscando consuelo en la palabra del Señor.
Resaltó la ausencia de Héctor Melesio Cuen Díaz, hijo de Cuen Ojeda, quien aún es buscado por la Fiscalía General del Estado para hacerlo comparecer ante el juez.
La misa de cenizas presentes comenzó a las 10 de la mañana. Fueron cientos de personas quienes se dieron cita, entre políticos, universitarios y otros.
El cura recitó el camino a Emaús, donde dos discípulos viajaban junto a Jesús sin saber que se trataba del hijo de Dios hasta que partieron el pan.
En su mensaje habló de la lucha por los ideales y la motivación a la gente, características que atribuyó a Cuen Ojeda.
Al dar la paz, varios de los asistentes a la misa caminaron algunos metros para estrechar la mano a Angélica Díaz, la esposa de Cuen.
Con los rostros cargados de tristeza y los ojos humedecidos de llorar, los asistentes se despidieron de Héctor Melesio Cuen.
Al salir, varios lloraban. Víctor Corrales Burgueño, quien precedió a Cuen como rector de la UAS y presidente del PAS, fue quien se notaba más afectado, con su cara enrojecida por el llanto.
Héctor Melesio Cuen Ojeda fue asesinado la noche del jueves 25 de julio, cuando viajaba en su camioneta.