Rederos del Parque Bonfil resienten la crisis de la pesca

Los tripulantes, trabajadores y vendedores de comida en el muelle han tenido poco trabajo

Marimar Toledo | El Sol de Mazatlán

  · viernes 10 de septiembre de 2021

Los rederos realizan sus labores en el Bonfil. Foto: Fausto McConegly | El Sol de Mazatlán

Mazatlán, Sin.- A unos días de que se aperture la temporada de camarón en altamar, lo cual será el 21 de septiembre, el miedo y la incertidumbre se apodera de los pescadores, rederos, maquiladoras y vendedores de comida en el muelle pesquero del Parque Bonfil.

Quienes dependen directamente de esta actividad resienten la crisis que vive el sector debido a que han tenido poco trabajo, pues en la temporada que está por iniciar saldrán pocas embarcaciones.

Foto: Fausto McConegly | El Sol de Mazatlán

Rodolfo Valdez, quien tiene 38 año dedicado a la elaboración y reparación de redes de pesca, confirmó que en los últimos años el trabajo ha venido a la baja esta temporada de veda, ya que sólo repararan un promedio de 80, contra 200 en los últimos dos años.

"Ha estado más o menos, comparado con temporadas pasadas fue bajo, antes hacíamos un promedio 200 redes, quizás un poquito más por año, ahorita vamos hacer un promedio de 80 redes; del 2019 al 2020 bajo como un 25% y del 2020 al 2021 fue un 50%", dijo.

Comentó que empezaron con la reparación de redes a principios de julio y que terminarán esta semana, a más tardar a principios de la otra.

"Nosotros ganamos por pieza, por chinchorro que reparamos ganamos alrededor de mil 500 pesos, a veces lo hacemos en un día o un poquito más", expresó.

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Foto: Fausto McConegly | El Sol de Mazatlán

Por su parte, Abelardo, quien es patrón de barco, asegura que son pocos los barcos que podrán salir a la pesca, pues muchos no tienen recursos y los pocos que se animaron sólo reparan lo esencial, como cuartos de máquina, soldadura y algunas otras reparaciones que les permitan hacerse a la mar sin arriesgar la vida de los pescadores.

Mientras tanto, las vendedoras de comida en el muelle pesquero comentaron que durante la veda tuvieron que cerrar porque no tenían ventas.

"Tenemos unas semanas que reabrimos y las ventas son muy bajas, es poca la gente que está trabajando en la reparación de los barcos y no hay a quien venderle comida", dijo Mary, quien tiene su puesto en la zona.



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