Mazatlán, Sin.- Un ambiente de incertidumbre vive el sector pesquero de altamar de Mazatlán a tres meses de que inicie la temporada de camarón 2021-2022.
El presidente de la Unión de Armadores, Jesús Omar Lizárraga Manjarrez, manifestó que el incremento en el costo del diesel marino de hasta de un 200%, comparado con otros países, así como las deudas que arrastran con los proveedores, generará que más del 50% de los barcos no saldrá a las capturas para la próxima temporada.
“Con la incertidumbre también que hay del tema de desertificación, pues no se sabe dónde se va a vender el producto en caso de no abrirse la certificación, es otro tema que también traemos en contra, entonces hay muchas cosas que hacen que no haya certidumbre en la actividad, entonces esperemos que las circunstancias cambien, que las circunstancias mejoren”, dijo.
Lizárraga Manjarrez aseveró que son pocos los empresarios que cuentan con los recursos suficientes para hacerle mejoras a sus barcos, así como pocos tienen la certidumbre de con quienes comercializarán el camarón de exportación que no puedan enviar a Estados Unidos por el embargo que existe.
Señaló que el panorama es complicado, sobre todo desde este mes con el arranque de trabajos de reparación de embarcaciones en el muelle del Parque Industrial Alfredo Bonfil, en donde una cantidad menor de pescadores se encuentran realizando labores de mantenimiento de la flota.
Ante la difícil situación se prevé que julio y agosto no tendrá un repunte considerable en estos trabajos, incluso hay quienes no podrán salir a la pesca.
“El número de pescadores es limitado, ya que, pues muchas de las embarcaciones no se están preparando para la próxima temporada, todo derivado de lo que ya conocemos, de la falta de atención y solución a las diferentes problemáticas pesqueras, que tiene el sector pesquero nacional”, expresó.
El dirigente pesquero agregó que el principal factor que ha afectado en los últimos años al sector pesquero es el costo que tiene el diesel marino, lo cual ha mermado en la operatividad de los empresarios para lograr sostener la actividad primaria, así como las fuentes de empleo.
Esto ha provocado que la pesquería deje de ser rentable y mucho menos competitiva ante los principales productores que son Estados Unidos y Ecuador, que pagan entre 6 y 8 pesos por litro de combustible, frente a los 20 que cuesta en México.
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