Las casas viejas construidas con ladrillos recocidos, tejas de barro, pilares de madera, enjarrados con lodo y las calles desoladas, es lo que se aprecia al caminar por el pueblo de Santa María (de Gracia), que este 31 de diciembre vivió su última velada de fin e inicio de año.
Aunque no se sabe con exactitud cuándo fue, se dice que este pueblo surgió por allá del Siglo XVI, el cual se encuentra asentado en lo alto de la sierra de Rosario y ahora quedará sumergido en el fondo de la recién inaugurada obra de la Presa Santa María.
También puedes leer: Doña Delia: la tienda que ha sobrevivido a las grandes cadenas comerciales en Escuinapa
A esta comunidad, la cual estaba conformada por un aproximado de 60 familias, le tocó correr con la misma suerte que muchos otros poblados que han tenido que ser sacrificado prácticamente para el beneficio de alguna región, en este caso fue el sur de Sinaloa, específicamente los municipios de Rosario y Escuinapa, hasta donde se contempla llegue el agua que se almacene en esta obra hidráulica.
La salida
Fue en los primeros meses del 2023 cuando las familias que aún seguían en el pueblo, resignadas y prácticamente obligadas a tener que dejar el pueblo que los miró nacer y las casas que fueron sus hogares, iniciaron a trasladar sus pertenencias hacia el llamado Nuevo Santa María, donde se les construyó el nuevo poblado y a lo que ellos llaman "Los Otates".
El dar este paso, para la mayoría les resultó difícil, ya que aunque se suponía que en el nuevo poblado tendrían mejores condiciones de vida, no se comparaba con el calor del hogar de toda la vida.
"Poco a poco fuimos acarreando, fuimos trayendo de cosa por cosa, pero aún nos quedamos a dormir allá en Santa María la mayoría del pueblo, hasta que de plano ya nos quedamos aquí en Los Otates", expuso don Chuy López.
Aunque ya prácticamente toda la comunidad se había mudado, aún quedaban en ella quienes mantenían con vida al pueblo, siendo estos los fieles difuntos que estaban sepultados en el panteón a la entrada de la comunidad, pero ya en este mes de diciembre fueron exhumados y sepultados en el panteón del nuevo pueblo.
acudir a realizar la inauguración simbólica de la obra el pasado 18 de diciembre.
En el pueblo de Santa María, en donde solamente están las viejas casas que ya se han ido cayendo poco a poco y el templo de la Purísima Concepción, aún se mantiene firme una mujer, quien es la única persona que sigue ahí en su hogar, pero dicen que ya está resignada a que tendrá que salirse cuando el nivel del agua empiece a subir.
Para saber
Fue en los primeros meses de 2023 cuando las familias que aún seguían en el pueblo comenzaron a abandonarlo.