Mazatlán, Sin.- Con 72 años de edad y una prótesis en su pierna derecha, don Jesús Sánchez Plata no ha dejado de trabajar en uno de los cruceros de la avenida Manuel J. Clouthier de este puerto, donde olor a chicharrones y carnitas invita a los transeúntes a echarse “un taco”.
El oficio de “chicharronero” lo aprendió de su padre desde que era pequeño; asegura que la necesidad lo mantiene en pie, ya que hace casi tres años perdió su pierna derecha por una infección que le provocó la picadura de un clavo.
Recuerda que amistades y familiares juntaron dinero para ayudarlo, con lo que adquirió una prótesis que le permite ahora moverse y seguir trabajando, en lo único que sabe hacer.
Refiere que con lo poco que gana ha sostenido a su familia, compuesta por su esposa y 4 hijos, estos últimos ya casados todos y que viven aparte, a quienes sacó adelante en sus estudios cuando menos hasta secundaria.
“Le sufre uno, pero hay que trabajar, con esto hemos sacado adelante a la familia, gracias a Dios. Ahorita, nomás somos yo y la mujer, antes tenía a mis 4 hijos, hicieron poquita escuela y ya viven aparte, este negocio no es para hacerse ricos, sino para estar comiendo”, expresó.
Don Jesús comenta que actualmente no recibe el apoyo federal de los 70 y más, pues la tarjeta de Banco Azteca que le dieron salió defectuosa, los primeros meses pudo cobrarlos con un número que le daban en Bienestar Social, pero de repente ya no salió en la lista.
Cuando fue a preguntar, le dijeron que le suspendieron el apoyo porque cobraba en dos partes, en el banco y en Bienestar Social, les aclaró que la tarjeta nunca ha funcionado, le pidieron hiciera el trámite de una reposición y desde entonces espera que le envíen la notificación para pasar por la nueva tarjeta, de eso ya casi cumple un año.
Señala que aunque es poco lo que recibía como apoyo federal, le alcanzaba para pagar los recibos de luz, agua y una que otra deuda, pero ya ni eso, y para el colmo, desde el año pasado se desplomó la venta en su negocio como consecuencia de la pandemia del coronavirus.
Al igual que muchos adultos mayores que trabajan en Mazatlán, Jesús se vio obligado a enfrentar el riesgo de ser contagiado de Covid-19, ya que no tenía más opción: o moría de hambre o de la enfermedad, y prefirió llevar el sustento a su casa, encomendándose a Dios.
Él y su esposa de 61 años, se vacunaron en el centro comunitario de la colonia Valle del Ejido, por lo que ahora puede trabajar con menos riesgo.
“Esta pandemia vino a afectar a todo el mundo. Seguimos batallando, deje eso, yo trabajo por la necesidad, estoy enfermo de un pie, me agarro de la silla a cada rato, cuando no había pandemia hacíamos el doble, ahorita apenas se acaba una caja, tenemos como unos tres meses que no gana uno nada porque sale para la mercancía nomás, no hay volumen”, apuntó.
TRABAJA POR SU CUENTA
Jesús Sánchez es originario del ejido El Chilillo, Mazatlán, y aunque vive en la colonia Valle del Ejido, la dirección de su credencial del INE es del rancho donde nació, que por su cercanía con el puerto es considerada colonia, en la zona urbana.
Refiere que desde que estaba pequeño, su padre le enseñó el oficio de hacer chicharrones y carnitas, a quien ayudaba en sus labores, pero desde hace 30 años él se separó y empezó a trabajar por su propia cuenta, lo mismo hicieron sus hermanos en la medida en que se casaron.
“Desde que abrimos los ojos nos dedicamos a esto, es lo que hacía mi papá, se enseña uno con los padres, y ya de ahí se casa uno y se aparta, ya nosotros, mis hermanos y yo abrimos cada uno por su cuenta, yo tengo unos 30 años más o menos trabajando por mi cuenta, pero empecé desde pequeño”, indicó.
Antes vendía en la colonia Valle del Ejido, pero desde hace tres años decidió buscar un lugar donde pasara más gente y encontró un crucero en la avenida Clouthier, frente a la secundaria Torres Bodet.
Comenta que desde hace más de tres años, la situación se le complicó por un descuido, al pisar un clavo que se le enterró en el pie derecho, la herida se le infectó y los remedios y las curaciones a base de cardón y hierbas cocidas, no tuvieron efecto. Al final tuvieron que amputarle la pierna, abajo de la rodilla.
“Se me puso el pie como un carbón de negro, hinchado, no se me miraban los dedos y lo cortaron antes de que cayera más para arriba, ya tengo como dos años con la prótesis, voy para tres, no me duele ni nada, pero tengo que sostenerme de la silla o de las cosas”.
Aclara que su incapacidad lo limita para muchas cosas, incluso para gestionar o tramitar su apoyo que le llega del gobierno federal, ya que a pesar de que tiene derecho por ser adulto mayor, desde hace casi un año no le llega.
“Mi hija fue a Bienestar Social y les dijo que yo era una persona con discapacidad y que no me podía mover mucho, que cuando iba al banco no me caía el dinero, pidieron que fuera para darme un número y empecé a cobrar en la cancha Germán Évers y en los campos de la Juárez, pero de pronto ya no salí en la lista”.
Fue entonces que le dijeron que cobraba en dos partes, cuando no era cierto.
“Les dije que no, que la tarjeta ahí la tengo y yo no he cobrado nunca, investigaron y como 5 pagos tengo que no me daban, dicen que ya se arregló, que muchas veces las tarjetas de Banco Azteca salen defectuosas, pero su dinero ahí está, me dicen, pero vamos a esperar un mes para que le llegue otra vez su tarjeta de vuelta y ya va a cobrar de vuelta. Hasta ahorita nada”.
BAJAN VENTAS Y SUBEN PRECIOS
Sánchez Plata asegura que ni con la reapertura de las actividades no esenciales se ha podido reactivar el mercado, después de la pandemia, ya que las ventas bajaron de una, mientras que los precios de los insumos se fueron para arriba.
Antes el gas se vendía a 12.40 pesos el litro, después subió a 13.00 y ya vale 13.90 el litro. Entonces con 70 pesos de gasolina podía mover su camioneta, ahora necesita más de 100 pesos diarios.
“Se gasta la misma gasolina y el mismo gas, pero los precios subieron y las ventas bajaron, pero hay que echarle ganas, pues, están muy mal los negocios”.
Y en cuanto a mercancía, el producto para el chicharrón acaba de subir de 28.00 a 33.00 pesos el kilo, y para carnitas, el precio es de 85 pesos el kilogramo. De cada 5 kilos, solo saca 2.5 después de freírlos y dorarlos.
Comentó que antes vendía hasta dos cajas de mercancía, que representan alrededor de 50 a 55 kilogramos, y desde hace meses, apenas alcanza a hacer entre 18 y 22 kilogramos, menos de la mitad.
“Bajó más de la mitad, y la gasolina y el gas cara. Si vendo dos cajitas ya te quedan 200 o 300 pesos libres, ayer me quedaron 64 pesos para mí, echando el gas y la gasolina, el domingo me quedaron 26 pesos, así es esto, le sufre uno, pero hay que trabajar”, concluyó.
Puedes leer: A un año, sobreviven a costa del subempleo
REPUNTAN INSUMOS
El gas subió de 12.40 pesos el litro a 13.90, mientras que la mercancía para los chicharrones, aumentó de 28.00 a 33.00 pesos el kilo, y la carne a 85 pesos el kilogramo.
GASTO DIARIO
Don Jesús Sánchez Plata gastaba 70 pesos de gasolina para moverse en su camioneta todos los días, hoy necesita destinarle más de 100 pesos.
INGRESOS
Hay días en los que solo le quedan de 26.00 a 64.00 pesos libres para llevar a su casa.
Lee más aquí: