Mazatlán, Sin.- Un gran flujo de turistas se registró en el Centro Histórico en el transcurso de esta mañana y medio día. Visitando los principales atractivos turísticos de la zona como la Plazuela República, la Catedral y el Mercado Pino Suárez, se pudieron observar.
En las bancas de la plazuela, bajo la sombra de los árboles, los paseantes apreciaban la fachada de la Catedral de la Inmaculada Concepción, con su diseño arquitectónico estilo ecléctico, mientras que los más pequeños gustaban de jugar entre las palomas en la explanada de la plazuela.
Algunos saboreaban de un raspado estilo Concordia y otros admiraban atentamente la labor de los boleros de la plazuela, que luchan por seguir manteniendo vivo el oficio.
Locales y foráneos, ante los trabajos de construcción de un conector que avanzan sobre la Melchor Ocampo, se la ingeniaban para cruzar de un lado a otro en las calles aledañas al mercado Pino Suárez. Al maniobrar la maquinaria y restringir las banquetas, los transeúntes tienen que caminar sobre la vialidad, cuidándose de los automóviles y unidades del transporte público que pasaban a escasos centímetros de distancia.
Ya en el mercado, los visitantes curioseaban en los puestos de artesanías, recuerdos y souvenirs. Por la calle Benito Juárez, decenas de personas esperaban abordar su ruta en el paradero de camiones que está junto al centro de abastos.
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En el corredor de locales de artesanías los turistas se aglomeraban en los accesos, las ofertas se escuchaban en todos lados, los visitantes no sabían ni a cuál irle y más de uno no se había percatado que para ingresar al mercado tenía que pasar por un filtro sanitario. En el Interior, el flujo de personas estaba más disperso, solo unos cuantos se surtían de mandado en ls abarrotes y cremerías.
Cabe destacar que en este pequeño recorrido, se percibió que la mayoría de los transeúntes y usuarios de los espacios públicos usaban cubre bocas, solo unos cuantos no lo traían o lo portan inadecuadamente.
Se notaba 'a leguas" que es viernes, comienzo del fin de semana, el que los comerciantes, especialmente los que se dedican o tiene que ver con el turismo, esperan con anhelo, pues son los días que repuntan considerablemente sus ventas.
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