Mazatlán, Sin.- La pandemia del Covid-19, por segundo año consecutivo modificó los rituales de Día de Muertos y la visita a los panteones; al igual que el 2020, este año hubo restricciones en los camposantos de Mazatlán.
A la gente no se le permitió ingresar con sillas, mesas ni sombrillas, tampoco con alimentos y bebidas, mucho menos con herramientas para realizar trabajos de limpieza o mantenimiento, pues el llamado fue a realizar estas labores con días de anticipación para evitar aglomeraciones el día 2 de noviembre.
Al realizar un recorrido por el puerto se observó que el Panteón Jardín Municipal 4, el Renacimiento y el Panteón Municipal 3 de la Juárez fueron los más concurridos.
A las afueras de los recintos, decenas de comerciantes ofrecían los arreglos florales, naturales y artificiales, veladoras, globos y pan de muerto, también variedad de antojitos mexicanos, dulces, raspados y aguas frescas para el calor.
Por la experiencia del 2020, al parecer la gente se previno; el año pasado tuvieron que esperar turno en la fila por hasta 45 minutos y este año el ingreso estuvo muy fluido.
Con su ramo de flores y su ofrenda, así iba la gran mayoría, aunque hubo uno que otro que llevaba sombrilla o artículos no permitidos, como azadones y cubetas, por lo que les fue negado el acceso.
Se percató de la presencia de adultos mayores y menores de edad, a quienes el año pasado se les restringió por completo el acceso, al ser una población vulnerable al Covid-19.
Por otra parte, el Panteón Municipal 1 de la colonia Montuosa lució muy solo, apenas y había un pequeño puesto de flores; es el más antiguo de la ciudad y por lo tanto sus tumbas y lápidas se han quedado en el abandono.
Para el operativo del Día de Muertos se desplegaron más de 300 elementos de seguridad en los panteones de la zona rural y urbana.
Dicho operativo inició el pasado 28 de octubre y culminará este martes a las 18:00 horas, con el cierre de los panteones.
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