Mazatlán, Sin. -Un operativo de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal en la colonia Lomas del Ébano, que tenía como objetivo reducir los índices delictivos de la zona, terminó en un desastre marcado por el abuso de autoridad, la falta de claridad y la incompetencia de la Policía.
El incidente comenzó cuando los agentes, en uno de sus recorridos, recibieron una denuncia ciudadana sobre dos individuos sospechosos. Sin una investigación adecuada, procedieron a detener a las personas basándose únicamente en una descripción vaga. Durante la revisión corporal, supuestamente encontraron objetos ilícitos, lo que justificó la detención inmediata.
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Metros más adelante, los agentes confrontaron a otro ciudadano, quien al ver el trato altanero de los policías, reaccionó con desconfianza. La Policía, en lugar de manejar la situación con profesionalismo, recurrió al uso excesivo de la fuerza, sometió al hombre frente a una pollería, lo que provocó la indignación de los empleados y clientes del establecimiento.
Pablo Ramírez, director operativo de la Policía Municipal, presente durante el operativo, intentó calmar la situación. “Nosotros como institución de seguridad siempre estamos atentos trabajando para bajar los índices delictivos en la ciudad en diferentes colonias”, afirmó Ramírez. Sin embargo, su justificación no respondió preguntas básicas sobre el motivo de las detenciones y los procedimientos seguidos.
La situación escaló cuando uno de los empleados del local, defendiendo su lugar de trabajo, fue agredido físicamente por los policías. Una oficial que filmaba el operativo, recibió un manotazo de parte del dueño del local. En respuesta, la policía intentó detener al dueño, quien logró refugiarse en su propiedad.
“Las personas en todo momento se portaron altaneras y estaban muy alteradas”, comentó Ramírez, al intentar justificar el uso excesivo de la fuerza. Como si no fuera suficiente, una mujer del local salió con un cuchillo en mano, un acto de desesperación ante la intimidación y el abuso policial. Ella fue detenida rápidamente, lo que sumó más caos a la ya desastrosa situación.
Los rumores sobre la detención de menores de edad también circularon, aunque Ramírez, en un intento desesperado por salvar la cara, los desmintió y alegó que todos los detenidos eran adultos y no presentaban lesiones. “Hay un parte médico que explica que no cuentan con lesiones”, aseguró.
Lo que queda claro es la falta de transparencia y las respuestas evasivas que deja la explicación oficial.