Culiacán, Sin.- El trabajo sexual en persona es íntimo por su propia naturaleza y las trabajadoras corren un mayor riesgo de contraer el virus si siguen trabajando.
Pero sin trabajo, a medida que los clubes de striptease cierran y los clientes disminuyen, las trabajadoras sexuales luchan por sobrevivir ante esta pandemia que el mundo está padeciendo.
“Lucía”, nombre que apenas rima con su verdadero, es originaria de Escuinapa, Sinaloa, y es una joven que estaba planeando su regreso a su hogar, con grandes proyectos económicos para su hijo que tiene nueve años, luego de dedicarse por años a la pasarela de table dance y sexoservicio.
Ese fue el final de una era para mí, el cierre de mi trabajo fue realmente difícil, porque estaba empezando a ganar un poco más de dinero, entonces la pandemia de coronavirus golpeó, y todo lo que estaba construyendo lentamente se detuvo, las prostis estamos sufirendo la cuarentena Lucía
La pandemia ha devastado casi todo y el trabajo sexual no es una excepción. Aquellos que trabajan en la calle vendiendo sexo, podrían encontrarse sin otra opción que continuar vendiendo sexo y exponiéndose a otros riesgos para la salud.
Lucía dice que está trabajando en expandirse a los servicios de cámara, clips pregrabados y sesiones de dominación virtual en vivo para los clientes que la contraten, pero casi no está resultado porque muchos están con sus parejas en esta cuarentena.
Al preguntarle si seguirá trabajando, señala:
“Claro, también doy masajes tanto para hombres y mujeres, a ellas las escucho y todo lo que desean experimentar, soy muy abierta a todo esto, pero la pandemia ha paralizado todo, pero espero resulte todo esto”.
Lucía comenta que ahorró algo de dinero mientras construía su cartera de clientes, porque era seguro que los fines de semana, era cuándo más la buscaban, y podía ganar más de 10 mil pesos. Ahora cruzará dedos para que la busquen.
"Estoy buscando posiblemente hacer sitios de internet que vendan o comercialicen sexo", dice. "A partir de ya, solo manejaré esto.
Desafortunadamente, el virus determinará cuánto tiempo estaremos así. Es posible que las personas ya no tengan dinero disponible para participar en esto, pero probaré”.
¿Qué tipo de apoyo recibiste del table dance?
Simplemente dijeron que estamos cerrando, eso es todo.
¿Hay algún otro trabajo que pueda hacer para sobrevivir ahora?
Claro, me siento autosuficiente, puedo trabajar en alguna maquiladora o bien, soy buena para cocinar, podría vender comida, ah, también puedo vender tortillas de harina, que me salen deliciosas.
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Sin embargo, las trabajadoras sexuales no tienen el tipo de seguridad económica necesaria para permanecer desempleadas por mucho tiempo, es por ello, que muchas optarán por buscarle a la vida en lugar de ir a trabajar en lo mismo.
PARA SABER:
“Lucía”, es una joven de 25 años, desde los 18 años ha trabajado de sexoservidora para un bar de la capital sinaloense.
Besar y estar íntimamente cerca de otra persona infectada es muy probable que la propague Lucía, Sexoservidora
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