Las historias y relatos de sucesos o hechos paranormales son comunes en las pláticas de personas mayores de edad, quienes recuerdan haber vivido situaciones que al momento de contarlas hacen que la piel se enchine.
Una de esas historias que se cuentan en el municipio de Escuinapa es la aparición de una mujer vestida de blanco en el cauce del arroyo Buñigas, la cual se dice fue vista por personas que cruzaban por dicho arroyo para poder llegar a sus casas en la colonia Francisco I Madero.
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Luis Rojas, un vecino de dicho asentamiento, relató lo tenebroso que fue el momento y el miedo que sintió cuando le tocó ver a la mujer de blanco.
Comenta que fue cuando tenía aproximadamente entre 12 y 13 años cuando le tocó vivir este suceso, hace más de cinco décadas, pero que recuerda como si hubiera pasado ayer y hace que se le enchine la piel al momento de platicarlo.
“Era un día normal como cualquiera, estaba en la edad que ya me daba por andar de vago, ese día nos juntamos una bolita de camaradas y nos fuimos a la plaza, ya era un poco tarde, el caso que estando allá se nos hizo noche”, relata.
Al ver que ya era tarde y con el pendiente que su abuela, con quien vivía, lo fuera a regañar, insistió a sus amigos que regresaran a sus casas, pero estos no le hicieron caso, por lo que tomó la decisión de irse solo.
Fue entonces que agarró camino, pero para poder llegar a su hogar tenía que pasar por el cauce del arroyo, ya que en ese entonces no había puente por el cual cruzar a su colonia, así que lo hacían caminando sobre piedras que la gente tenía acomodadas para evitar mojarse.
“Todos los días, mañana, tarde y noche, pasábamos por el arroyo, no había otra forma de hacerlo, ya antes había escuchado que ahí se aparecía alguien, pero no creía que fuera cierto, pensaba que era algo que la gente grande nos decía para asustarnos”, comenta.
Al momento de ir pasando por el camino de piedras, de pronto se sintió un silencio, no se escuchaba ni el canto de las ranas en el arroyo. Fue entonces cuando tuvo un poco de miedo.
“Ya traía miedo, pero de todas maneras tenía que brincar, de pronto volteo para un lado y miro a una mujer de vestido blanco y cabello negro y largo, como que estaba lavando ropa ahí en el arroyo, pero ya era noche, se me hizo extraño, pero en eso miro como que agarra agua con las manos y se lava la cara, después me hizo una seña, como que me decía que fuera con ella, ahí fue donde me llené de miedo y arranqué corriendo”, dice.
Al ir corriendo rumbo a su casa se encontró a un vecino y aunque este lo intentó detener, no lo logró y no se detuvo hasta llegar a la casa de su abuela y se metió a su cuarto a dormir.
Al otro día, al despertar y salir a la calle, se topó con el mismo vecino y le contó lo que había sucedido.
Lo que dicen es que se trata de una mujer que vivía en una casa ahí junto al arroyo Buñigas y que falleció hace muchos años envenenada.
Aunque recientemente ya no se han escuchado más historias de apariciones de esta mujer, es un relato que cuentan muchos vecinos de la colonia Francisco I. Madero y que a muchos les tocó vivir la misma experiencia que Luis Villa.
Entre fantasía y realidad
En el estado de Sinaloa y sobre todo en la parte del sur, la imaginación popular ha permitido la creación de relatos fantásticos que hoy en día forman parte de la tradición cultural y cuya difusión ha sido alimentada por la misma gente.
El municipio de Escuinapa ha sido escenario de importantes acontecimientos en la historia de los sinaloenses, ya que cuenta con sitios que dan pie a que historias reales o fantasiosas tomen vida en sus pueblos y comunidades.