Trabajadoras de la pesca: Futuro incierto en un oficio en decadencia

Cuando era niña, Lourdes aprendió a descabezar, pelar y empacar camarón, actividades que no ha dejado de hacer en cinco décadas

Marimar Toledo | El Sol de Mazatlán 

  · sábado 8 de agosto de 2020

Foto: Rolando Salazar | El Sol de Mazatlán

Mazatlán, Sin. Para Lourdes Flores la pesca lo ha sido todo, pues ha vivido impregnada del olor a camarón desde que era una niña. Actualmente tiene 52 años como empacadora, actividad que desempeña con mucha pasión.

Aprendió de su madre este oficio que le ha dejado grandes satisfacciones, como el poder sacar adelante a sus hijos y el contar con una casa que pagó con el esfuerzo de su trabajo.

Con una gran pasión por lo que hace, a los 8 años de edad empezó trabajar en una congeladora y a los 60 sigue en la misma actividad, donde continuará mientras Dios se lo permita.

Foto: Rolando Salazar | El Sol de Mazatlán

En el pasar de los años, ha vivido muchas temporadas donde la producción ha disminuido, ya que de procesar 17 toneladas al día de un solo barco, ahora apenas hacen dos toneladas y media.

Ella es la única de cinco hermanas que sigue en la actividad que desempeñaba su mamá, de quien aprendió a conocer los colores, tallas, calidad del camarón para pelar y descabezar para su exportación.

El trabajo por más de cinco décadas y su paso por al menos nueve plantas le han dado una gran experiencia, para desempeñarse como mayordoma en la Pesquería 15 de Septiembre, donde tiene 16 años.

“Empecé a trabajar con mi mama cuando era apenas una niña, en una planta chiquita de Ángel Viera, por la avenida Gabriel Leyva, ahí ocupaba una jaba para alcanzar las mesas. Uno tenía necesidad, también antes era muy grande la pobreza, de ahí, a los 17 años, me fui a una congeladora grande del Parque Bonfil, donde puedo decir que entré a las ‘grandes ligas’”.

Aunque el trabajo no es nada fácil, porque en ocasiones llegan a tener jornadas de hasta 16 horas, le gusta y lo disfruta, ya que puede despeñar todas las funciones si es necesario y sin ningún problema, como mayordoma, supervisora, control de calidad, pesadora, clasificadora, porque lo importante es que el trabajo fluya como debe ser.


Foto: Rolando Salazar | El Sol de Mazatlán


“Me gusta que, si el camarón llega de primera calidad, salga igual, no me gusta que se me manche, si no hay quién recoja las charolas, yo lo hago, si no hay checador, clasificador, también lo hago, lo importante es que el trabajo fluya y se tengan buenos resultados”.

Actualmente tiene a su cargo a 26 mujeres y dos hombres, capacidad de la sala para realizar todo el proceso para la exportación del camarón. Sin embargo, el convivir con mujeres en ocasiones resulta difícil y más en las congeladoras, donde muchas veces el ambiente se vuelve tenso, sobre todo cuando se trata de cumplir con responsabilidades, pero con los años también ha aprendido a sobrellevar eso.


También lee: Invertirán 738 mil pesos en Centro de Bienestar Animal


La encargada comenta que, en los últimos años, las reglas de los estadounidenses para los exportadores mexicanos son muy duras, tienen que cumplir con todo porque de lo contario corren el riesgo de que se lo regresen.

Foto: Rolando Salazar | El Sol de Mazatlán


Ahora con la pandemia del coronavirus van a cambiar muchas cosas, seguramente se endurecerán los requisitos, a pesar de que las plantas cuentan con manuales de Buenas Prácticas de Higiene Desinfección y Manejo de los Alimentos.

Ya manejamos ciertos estándares, para entrar a las salas tienes que hacerlo con tapaboca, gorro, botas, mandiles, no perfume, aretes, uñas largas, debidamente uniformadas y sanitizadosLa encargada


Este oficio que ha sacado adelante a miles de mujeres maquiladoras de camarón está en peligro de extinción, pues la mayoría son personas grades y a las jóvenes no les interesa mucho enseñarse y si lo hacen, luego se van.

Viuda y madre de dos hijos, a quienes con el apoyo de su esposo, que duró casi toda su vida de pescador y quien también ayudó a que aprendiera todo lo que sabe del camarón, lograron sacarlos adelante, pero a ninguno les gustó este camino.

Foto: Rolando Salazar | El Sol de Mazatlán


Lourdes destacó que la planta es una de las pocas que tienen todas las prestaciones de ley como Seguro Social, Infonavit, utilidades y aguinaldo.

La empresa es de las pocas que trabaja durante todo el año, pues el patrón busca durante la temporada de veda, meter camarón de granja, para darle un valor agregado que es pelado y desvenado también para la exportación.

Fieles a la lucha por el bien de la actividad pesquera, las trabajadoras de plantas han pedido públicamente que apoyen a los dueños de los barcos con un precio de diesel marino rentable, para que puedan salir a la pesca y ellas tengan trabajo.

“Esperamos que en un mes empiece la temporada, esperamos un milagro, que las cosas no estén como las están pintando, no ha habido vigilancia, no hay apoyo para el diesel y eso nos perjudica mucho”.




Lee más aquí


Fotos: Rolando Salazar │El Sol de Mazatlán

El drenaje de los registros de salida de algunas casas de la colonia Salvador Allende, corre por las calles. Foto: Juan Carlos Ramírez │El Sol de Mazatlán

Fotos: Cortesía │ Ayuntamiento de San Ignacio