Mazatlán, Sin.- Trinidad Valdez llegó hace unos meses a Mazatlán procedente de Toluca para trabajar en una construcción ubicada por la avenida Flamingos en la colonia Palos Prietos. Lo que más le llamó la atención para venir al puerto fue el salario que percibiría, prácticamente el doble de lo que ganaba en su tierra natal.
Así como él, cientos de obreros han llegado a la ciudad en los últimos cinco años para emplearse de forma temporal en las construcciones de las torres de departamentos que actualmente se edifican. La oferta es atractiva, ya que a la mayoría les pagan hasta el hospedaje, por lo que ellos sólo tienen que gastar en su comida.
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En las 8 mil 111 unidades en construcción que se tienen actualmente, aproximadamente el 80 por ciento de los trabajadores vienen del centro del país, principalmente del Estado de México y Puebla. Son ellos los que, con sus manos, exponiéndose a los fuertes rayos del sol y a grandes alturas, construyen “la nueva cara” de Mazatlán.
"Aquí gano lo que en mi tierra no, como Mazatlán está menos poblado, no hay tanto problema, nos pagan lo justo aquí y está muy bien, también tiene sus ventajas, porque no tenemos que madrugar, más bien levantarnos a la hora adecuada para llegar al trabajo, pero no levantarnos a las 4 o 5 de la mañana", comentó el obrero.
Trinidad vive con otras seis personas que también trabajan en la construcción, originarias de la Ciudad de México. Entre todos rentan una casa ubicada en el Infonavit Playas.
"Somos siete personas y nos toca pagar 3 mil 700 por mes de renta, está muy bien, nos toca de 500 pesos a cada uno, con eso la hacemos y tenemos nuestras cobijas y colchas para dormir, no ocupamos más, gracias a Dios ya nos dieron el trabajo y entre todos ganamos lo suficiente para poder pagar la casa", mencionó.
Además, en su día de descanso muchos de ellos realizan trabajos de albañilería o de pintura para ganarse un dinerito extra.
"Descansamos los domingos y esos días los aprovechamos para hacer un trabajo extra, incluso cuando salimos de trabajar en las tardes, si nos alcanza el tiempo vamos a donde nos contrataron, lo importante es ganar algo extra para poder tener como solventar parte de nuestros gastos aquí, porque lo que se gana es para enviárselo a nuestras familias", resaltó.
Trinidad comenta que entre ellos mismos preparan la comida, para no extrañar la gastronomía de sus lugares de origen, aunque reconocen que en Mazatlán todo es más caro.
"Una vez quisimos comprar todo para hacernos unos sopes y huaraches, pero cuando vimos el precio de las verduras aquí, nos asustamos, algunos lugares triplican o cuadruplican el costo, nos damos cuenta de que aquí son más caros los precios de las verduras y de la carne. Pero es a lo que te atienes cuando visitas otro lugar y luego los tacos aquí cuestan 20 y 30 pesos, son muy caros para lo que son, les faltan salsas, verduras, y que estén más reportados. Allá en mi tierra valen menos de 10 pesos. Ahora entiendo por qué aquí pagan bien”.
Déficit de mano de obra
El déficit en la mano de obra que presenta el sector de la construcción de Mazatlán en la actualidad ha obligado a las empresas a exportar trabajadores de otros estados del país.
El presidente de la Asociación de Ingenieros Civiles de Mazatlán, Juan Andrés Barrón Ochoa, aseguró que son los mismos ingenieros y las diferentes empresas constructoras quienes traen a los trabajadores del centro del país, principalmente del Estado de México y Puebla.
"Somos nosotros los que traemos la mano de obra aquí a Mazatlán, ya que actualmente hay un déficit de mano de obra en el sector porque nadie quiere trabajar en las obras; traemos gente muy trabajadora y honrada de diferentes partes de México", comentó.
Entre los miles de obreros que hay actualmente en Mazatlán, alrededor del 80 por ciento vienen de fuera, donde los salarios no son tan atractivos en comparación con los que se ofrecen en el puerto.
La mayoría de los trabajadores que vienen a Mazatlán se concentran principalmente en las torres que se encuentran en la zona hotelera y los fraccionamientos privados que se construyen.
“El tiempo que los trabajadores se quedan llega a variar, pues algunos suelen desertar por algún motivo, mientras que otros sí se queden hasta que terminan sus labores con la empresa que los contrato”.
La manera más común para contactar a estos trabajadores es mediante anuncios en páginas de Facebook de su tierra natal, y mostrarles una buena oferta natural, mientras que en otros casos llegan por medio de algunos conocidos.
"Hay algunas maneras de contactar a los trabajadores, como es el caso de vía Facebook, o porque tienen familiares aquí que los recomiendan, son las maneras más comunes de contratar a estos trabajadores. Esta es una comunidad muy unida, como ingenieros nos apoyamos y son ellos mismos los que se prestan los contactos para poder llamarles a los que se encargan de obras anteriores, y es así como se consigue a la gente para que vengan y trabajen para acá, son maneras muy comunes", agregó.
¿Cuánto ganan?
El salario de los obreros varía, ya que depende de cada jefe o empresa y también de la duración de la obra.
“El salario común de un obrero en jefe es de entre 3 mil 700 y 4 mil pesos mexicanos a la semana, lo cual hace que sea atractivo para ellos venir a trabajar aquí, mientras que para los ayudantes el salario ronda entre los 2 mil 500 y 2 mil 800 pesos mexicanos a la semana. Todo depende de quién te contrate, es muy difícil que te acepten un trabajo en la obra por menos de ese sueldo, sobre todo los jefes de la obra, ellos se llevan más en ganancias, porque son los que acarrean a los trabajadores cuando ya están ahí, los salarios suelen ser atractivos para las personas que vienen de fuera, pues en ocasiones se les llega a pagar el doble de lo que ganaban en su tierra natal", detalló.
En otras obras
Cerca de Real Pacífico, en una torre de condominios que se construye trabaja Mateo, de 23 años y originario de Veracruz, quien se animó a venir a Mazatlán como una alternativa a los Estados Unidos, pues al no tener los suficientes recursos para cruzar la frontera decidió buscar su camino en otros lugares de México.
"Yo me animé a venir porque muchas veces allá en mi tierra es muy difícil encontrar un trabajo con buen salario, aquí solamente tengo que acomodarme con otras personas en la misma casa y ya, casi no salgo y estoy contento trabajando aquí y mandando dinero a mi mamá cada semana que me pagan", comentó el joven albañil.
Mateo dice que en su lugar de origen es muy común ver a personas que emigran a otros lados con tal de mejorar sus condiciones de vida.
Actualmente él gana 2 mil 800 pesos semanales, siendo más de mil 200 pesos de diferencia en comparación con lo que ganaba en su tierra natal.
"Son mil 200 pesos de diferencia en comparación con lo que me llevaba en mi lugar de nacimiento, además de que tengo otro trabajo aquí, me va bien la verdad, tengo seis meses aquí, si no ganará bien ya me hubiera ido".
Gran potencial
El desarrollo inmobiliario que ha vivido Mazatlán durante los últimos años lo coloca entre los cinco destinos turísticos del país con mayor potencial de inversión, sobre todo al haber registrado de 2020 a 2022 un crecimiento del 48 por ciento en proyectos nuevos, tanto turísticos como de vivienda.
Según datos de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), el “boom” inmobiliario en el puerto seguirá fuerte al menos durante ocho años más, lo que permitirá que el puerto siga con un desarrollo muy importante.
Horarios
El horario de trabajo de un obrero es de 8 de la mañana a 6 de la tarde, con una hora para comer.