Mazatlán,Sin.- Aproximadamente a tres kilómetros de la cabecera del municipio de Concordia se ubican numerosos talleres de alfarería, los cuales ofrecen sus productos a las personas que transitan por la Carretera Federal 40, o mejor conocida como El Salto-Villa Unión.
Carlos Francisco Zamudio Tolano, de 42 años de edad, es uno de los numerosos hombres que todos los días se despierta antes del amanecer para crear las piezas de barro que exhibe en su taller, el cual fue fundado hace 15 años; él, como muchos otros, aprendió viendo a su padre y algunos familiares que transmitieron los conocimientos sobre el manejo de la tierra de generación en generación.
El taller tiene 15 años existiendo, es algo que aprendí por parte de mi familia. Viéndolos trabajar fui interesándome y un día empecé a manejar la tierra, hasta que le agarré la costumbre. Me llevaban a ver pues y hasta ahorita aquí ando haciendo macetas, cazuelas y todo lo que de la tierra
Carlos Francisco Zamudio Tolano
Señaló que para que el producto sea resistente y duradero, además del agua, un factor de suma importancia es la calidad de la tierra, por eso aquella que es dedicada al cultivo, mejor conocida como tierra de labor, es la ideal para obtener buenos resultados; en carretilla bajan a los sembradíos para obtener la materia prima.
“Traemos la tierra de aquí de una labor, de aquí de atrás. Es una tierra especial, porque hay mucho tipo de barro, bueno y malo, pero este es barro amarillo. Con el color y con la consistencia cuando lo mojas, te das cuenta si esta buena”.
PROCESO
Zamudio Tolano explicó que una vez teniendo la tierra, comienza el proceso de elaboración, donde las condiciones del clima y el tamaño de la pieza influyen en el tiempo de espera, el cual puede tardar hasta 15 días. El primer paso es poner el montículo del barro amarillo al exterior del taller, donde le dan la primera ‘mojada’ y lo ponen a secar, para más tarde hacer rollos que pesan aproximadamente 50 kilos.
Precisó que después de crear los rollos, los lleva al interior del taller donde comienza su proceso favorito, el ‘pisado’ del barro, cuyo único fin es ablandar el producto para poder volverlo a mojar con agua y ahí comenzar a modelar el producto.
Lo pisamos, le damos la formar, duramos un día para darle la forma. Hacemos las macetas, las cazuelas, después duran una semana para que sequen solos, después los dejamos un día en el sol, para de ahí pasarlo al horno y darle cuatro horas cociéndose y con eso es el terminado que le damos
Carlos Francisco Zamudio Tolano
Señaló que la época más difícil para desarrollar la alfarería es la temporada de lluvias, porque no hay sol y en los días más calurosos no suele correr el viento, elementos importantes para concluir la etapa del secado al aire libre de la pieza. Esto puede retrasar el trabajo hasta ocho días más.
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PRECIOS
Carlos Francisco informó que los productos más buscados por las personas son las macetas de gran capacidad, las cuales alcanza un costo de 170 a 250 pesos, dependiendo los colores, el tamaño y los detalles; lo más económico es una taza de 35 pesos cada una.
El taller “Juan Isidro Paredes Brito”, ubicado en el municipio de Concordia, cuenta con dos trabajadores, Carlos Francisco quien es el artesano y un hombre mayor que es el encargado del horno y quien prefirió no revelar su nombre.
DATOS
170 a 250 pesos es el costo de las macetas.
35 pesos es el precio de una taza, el producto más barato.
2 trabajadores tiene el taller.
OFICIO
Carlos Zamudio aprendió el oficio de alfarería viendo a su padre y a algunos familiares, que le transmitieron los conocimientos sobre el manejo de la tierra.
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