Mazatlán, Sinaloa.- En cada una de las llegadas de crucero turístico a Mazatlán, la cocina del negocio ‘Teresita’, en el Mercado Pino Suárez se convierte en el espacio donde se puede probar la comida internacional.
En ella, pequeños grupos de 40 tripulantes de las embarcaciones invierten cerca de 2,000 pesos para preparar platillos filipinos y asiáticos.
Estos días que vienen los cruceros, han llegado hasta 80 o 90 personas aquí conmigo. Son diferentes grupos, que dan una sola comida, según la costumbre de ellos.Teresa Preciado, dueña del lugar.
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Es en la segunda planta del Mercado José María Pino Suárez, donde concurren los tripulantes de las líneas navieras que visitan el puerto en su travesía por el Océano Pacífico.
En esta cocina, así como en dos negocios más del mismo giro, se les ofrecen precios accesibles en ingredientes de frutería o especias, así ocurrió con los comensales del crucero Grand Princess, ayer domingo.
Son los productos del mar los que prefieren y gastan en pescado aproximadamente 500 pesos, en camarones hasta 400 pesos y en jaibas hasta 600 pesos.
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“Cocinan tres platillos en los grupos, ahorita llegaron hasta con almejas que preparan con leche de coco, son formas de cocinar muy característicos de donde nos visitan, que son Filipinas, Indonesia, la India y Estados Unidos”, describió.
Es pescado, caldo de pescado o camarón y camarones al mojo de ajo, son los platillos más populares que se observó prepararon en 2018.
En cuanto al cobro por el uso de este servicio, se les pide tres dólares o 50 pesos por persona, donde se les ofrecen algunos ingredientes como tomate, cebolla, ajo, pimienta, vinagre, aceite, entre otros más.
DATO
En una pequeña cocina de tres por tres metros, donde se utilizan hasta cuatro estufas, pueden comer más de 40 personas.
El lapso de tiempo en el que se puede encontrar activos a estos cocineros internacionales va desde las 09:00 hasta las 15:00 horas, de acuerdo al itinerario que varía de una embarcación a otra.
“Son diferentes grupos que ya saben dónde están las cosas, prácticamente se apoderan como en su casa de la cocina y eso nos hace sentirnos muy felices de verlos disfrutar sus alimentos”, puntualizó.
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