Troy y el ojo que todo lo ve; La vida de un fotógrafo

Su amor por la fotografía nació a los 10 años, en esa época su abuelita le regaló su primer cámara y,  hoy es un reconocido fotógrafo y locador de producciones cinematográficas

Carla González │ El Sol de Mazatlán

  · sábado 24 de octubre de 2020

La persistencia, dice Troy, es la clave de su éxito, lo que lo ha llevado a llegar tan lejos. Foto: Cortesía │ Troy Bronson

Mazatlán, Sin.- Troy Bronson es un joven fotógrafo de origen México americano, con ascendencia sinaloense; se crió en Escuinapa con su abuelita Josefina Rodríguez y en Mazatlán con su madre la maestra Vicky de la Mazatlán II, a la que veía poco.

Hoy es un fotógrafo reconocido internacionalmente por su trabajo como locador para producciones cinematográficas y cortometrajes en Estados Unidos. Su gusto e interés por viajar y conocer países nuevos lo ha compaginado con su pasión por capturar momentos con su cámara fotográfica, mismo sueño que inició cuando era apenas un niño.

En Sudáfrica fue voluntario en un hospital de niños infectados con VIH. Foto: Cortesía │ Troy Bronson

A los 10 años Doña Josefina le regaló su primer cámara fotográfica, era una cámara de rollo, de las que se obtiene una fotografía mediante un proceso analógico; sus primeros modelos, la familia y los paisajes que lo rodeaban, así nació su gusto por éste arte visual, desde entonces supo que algún día sería un gran fotógrafo, solo era cuestión de tiempo y de esperar a que las cosas se dieran a su favor.

A pesar que que recuerda sus años en el puerto llenos de felicidad, de alegría con los amigos, de ir a la plazuela Machado, al malecón y a la playa, tomó la decisión de aventurarse al "sueño americano" hace ya casi 10 años cuando todavía era muy joven, en busca de mejores oportunidades y con el cometido de aprender un segundo idioma.

"Decidí irme porque necesitaba un cambio personal y también porque no sabía hablar inglés y pensé que lo mejor era estudiar la universidad aquí (Estados Unidos). Me vine solo, sin conocer a nadie, me aventure; crucé la frontera y después tome un camión a cualquier parte hasta llegar a Long Beach, dónde decidí quedarme", comentó.

No fue fácil, fueron tiempos de sacrificio, empezó desde abajo lavando platos en restaurantes con paisanos oaxaqueños y cuando aprendió algo del idioma nativo ingresó a trabajar a un Burguer King, ahí perfeccionó y dominó el inglés por la interacción que tenía con los clientes.

Nunca dejó de tomar fotografías, con sus amigos realizaba proyectos y ensayos, incluso obtenía algunos trabajos en producciones de cortometrajes y caricaturas haciendo fotografía escénica, pero fue el 2012 cuando el director de cine francés, Bastien Dubois, lo contactó para que trabajará con él, esto originó el despliegue de su carrera profesional.

Foto: Cortesía │ Troy Bronson

"Mi primer trabajo de locador fue en la capilla de Malverde en Culiacán, tenía que fotografiar cada detalle de la capilla para después convertirlas en forma animada, en forma de documental. El episodio era aparte de una serie que se trasmitió en vivo en televisión en Francia, el país de mi director Bastien y nominado al premio Óscar al Mejor Cortometraje Animado por Madagascar y trabajando con él llegó otro trabajo. luego otro y otro, en cuanto menos lo pensé ya estaba viajando por el mundo trabajando", expresa emocionado.

Junto a su cámara ha recorrido 34 países: Canadá, Alemania, Austria, República Checa, Holanda, Inglaterra, Francia, Rusia,Turquía, Persia Dinamarca, Noruega, Suecia, España, Suiza, Croacia, Tailandia, Singapur, Taiwan, Filipinas Sudáfrica, entre otros; de cada uno de ellos se lleva, además de la experiencia de conocer nuevos lugares y nuevos amigos, le la oportunidad de capturar nuevos momentos.

"Cuando tengo la cámara en mis manos siento la sensación de aventura , la creatividad llega y quiero hacer mirar a cualquier persona hermosa en la fotografía; sé cómo encontrar su ángulo, dirigirlo y sobre todo hacerlos sentir cómodos en su propia piel. Se sorprenden con los resultados porque siempre está la frase 'no me veo bien en fotos' y es una manera de elevar su autoestima. Hacer feliz a las personas, a mis amigos y a mis familiares es importante para mí", expresó.

También es el editor fotográfico de una revista en la Universidad de California en Berkeley, dónde actualmente se encuentra cursando el grado en Estudio de Medios, que trata de noticias relevantes en torno a la comunidad indígena, de color, mexicana y la gente que son minorías.

Le gusta capturar a las personas en momentos cuando se les ve felices, sonriendo o simplemente cuando la están pasando bien. Lo mejor de todo, señala, es que ellos no se dan cuenta que están siendo fotografiados por lo que el sentimiento y la expresion es más real en la fotografía.

Complejo de edificios llamado 'Les Espaces d'Abraxas' en París, Francia. Foto: Cortesía │ Troy Bronson

"Tengo un proyecto personal con una cámara de rollo que siempre traigo conmigo, tomo una foto a las personas cuando están pasándosela bien, pero no saben que alguien les está tomando foto, así son más reales así y le pongo la fecha y se las doy, muchas veces se extrañan porque no me conocen ni digo hola ni nada, simplemente se la doy y se admiran de que les estoy regalando eso y eso me gusta mucho", describió.

Al momento de entregar la fotografía, la imagen aún no se percibe totalmente en el papel, por lo que las personas no saben cuál es su contenido sino hasta cinco minutos después cuando se revela por fin la imagen.

A Troy también le gusta realizar actividades altruistas, a cada país que visita siempre trata de realizar voluntariados en hospitales.

"Cuando voy a cada país trato de voluntariar, he enseñado inglés en Tailandia, cuando estuve en Sudáfrica estuve trabajando en un hospital de niños infectados con sida, ese es mi lugar favorito para hacer voluntariado porque son niños y son felices", indicó.

Puedes leer: Padres buscan conversión hasta con brujos

Cada que puede vista Mazatlán y reconoce que cada vez lo encuentra más cambiado y no descarta en algún futuro realizar algún proyecto en la tierra que lo vio crecer.

"Me hace pensar mucho en la belleza que tiene Mazatlán y me hace apreciarlo más, no es lo que tengo aquí, Mazatlán es mucho más bonito y seguro. Me gustaría hacer un proyecto con la gente del teatro Angela Peralta, estudié teatro ahí cuando estuve en la prepa, entonces si me gustaría mucho trabajar con ellos".

Sus mejores anécdotas en el puerto las recuerda al dalo desus compañeros de teatro, sentados en Olas Altas viendo los bellos atardecere

"Las mejores anécdotas fueron sentarme en Olas Altas con mis compañeros después de cada clase de teatro en el Ángela Peralta y reír, aveces tocaba escuchar llorar a un compañero, pero siempre se me iba el tiempo soñando, pensando en lo que haría en el futuro y al mismo tiempo viendo el atardecer; platicábamos entre nosotros, también nos dábamos momentos de silencio para pensar, no siempre era plática", explicó.

Foto: Cortesía │ Pixabay

De momento se encuentra trabajando en proyectos que no puede revelar por motivos de confidencialidad, pero en cuanto sea el momento los dará a conocer, lo que si asegura es que se trata de producciones cinematográficas muy importantes y muy grandes.

La persistencia, dice Troy, es la clave de su éxito, lo que lo ha llevado a llegar tan lejos; a todos aquellos que persiguen una meta, un sueño les recomienda que nunca se den por vencidos y que nunca acepten un no como respuesta definitiva.

"Diría yo que la persistencia de las personas definitivamente las va a llevar lejos, yo sabía que iba a ver directores que ocuparían gente como yo y eran directores que ni por la mente me hubiera pasado que me contratarían. Muchos me dijeron que no una y otra vez, pero fui muy persistente y nunca tomé el no como una respuesta definitiva", expresó.como una respuesta definitiva", expresó.




Lee más aquí