Mazatlán, Sin.- En diversos puntos de la ciudad es normal escuchar “pásele, pásele” o “¿le lavo el carro, jefe?”, mientras una persona mueve en círculos una franela. Son los lavacarros, quienes día con día viven entre coches, trapos, esponjas, cubetas de agua, jabón y cera.
La necesidad hizo que Juan se enfocara en este oficio desde que tenía 8 años de edad y aunque ha tenido varios empleos, siempre regresa a lavar carros en la calle.
Desde las 8:00 de la mañana, todos los días, se instala en su punto de trabajo, entre las calles 16 de Septiembre y 5 de Mayo, en el Centro de Mazatlán, donde permanece hasta las 7:00 de la noche, acompañado de su cubeta y trapos, en espera que de lleguen los clientes.
Empecé a lavar carros desde que tenía 8 años, aunque he tenido muchos trabajos en diferentes etapas de mi vida, siempre regreso a este sencillo, pero digno empleoJuan
Para Juan, la vida no ha sido fácil, desde hace una década su esposa lo abandonó y se llevó a su hija. Como muchos de sus compañeros, no cuenta con un hogar para vivir, por lo que duerme en una lancha en Playa Norte.
Lavar carros no es una labor sencilla, ya que la mayoría del tiempo está expuesto al sol y altas temperaturas, además de que días de lluvia y vientos frustran su trabajo.
Sin embargo, con tal de ganarse unos pesos para comer, realiza el oficio con mucha dedicación e incluso le da el mismo trato al cliente, ya sea de un carro del año o de uno viejito.
Mientras limpia y limpia un carro, expresa que en este oficio no se puede saber qué día va a ser bueno, ya que es muy incierta la llegada de clientes.
El hombre desde hace 10 años se dedica a lavar carros cerca del Malecón, por el Seguro Social viejo, después se cambió para el área de Playa Norte, sin embargo, su fuente de ingreso se ha visto afectada por la pandemia del Covid-19.
Recuerda que meses atrás lavaba hasta ocho vehículos por día, pero desde hace siete meses la situación está difícil, con dificultades lava uno, o de plano hay días que se va sin un solo cliente.
Tarda media hora en lavar un coche, labor por la que cobran entre 35 o 50 pesos, pero hay quien paga más, sobre todo cuando son turistas.
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Ahorita muchos carros están dentro de sus casas, a veces nada más lavamos un coche, o luego ni un coche, ahorita sí nos está yendo mal, por lo de la enfermedad que andaJuan
En un día muy bueno llegaba a tener ganancias de hasta 400 pesos, lavando siete u ocho carros, además cuenta con material para el mantenimiento del auto, como shampoo, cera y almorol.
Poco a poco se ha ido ganando a sus clientes y de vez en cuando les realiza trabajos a domicilio.
El lavacarros comenta que cada vez hay más competencia en Mazatlán, incluso la gente que se quedó sin trabajo por la pandemia, ahora se dedica a este oficio.
No hay más que adaptarse a todo, esperar a que pase lo del virus para ver si las cosas vuelven a ser como antes, mientras tanto, aquí le seguimos dandoJuan
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