/ sábado 21 de septiembre de 2019

Una vida entre imágenes: Más allá de la evolución de la fotografía

Lili Aguilar trabaja desde hace 40 años en un estudio fotográfico, donde ha sido testigo de cómo la tecnología ha revolucionado el arte

Mazatlán, Sin.- La fotografía ha evolucionado considerablemente a lo largo de la historia, desde sus rudimentarios inicios hasta la digitalización que se vive en la actualidad. En el caso de Mazatlán, los negocios de este giro han vivido épocas difíciles, en las que han luchado con la competencia, las crisis económicas, la inseguridad y en especial con el avance de la tecnología.

Todo ha cambiado en el arte fotográfico. Atrás quedaron los años en los que se compraban los rollos, ya sea a color o blanco y negro, se tomaban las fotos y se mandaban a revelar e imprimir. Ahora, además de la existencia de cámaras muy avanzadas, desde cualquier dispositivo móvil como celulares o tablets, se puede tomar una fotografía a cualquier hora y desde donde nos encontremos. Ya no es necesario mandarlas imprimir, pues se guardan en los mismos dispositivos o se suben a las redes sociales.

La mazatleca ha sido testigo de cómo la tecnología ha revolucionado el arte fotográfico.

A Lili Aguilar le ha tocado vivir todo ese “boom” fotográfico en Mazatlán, ya que hace 44 años empezó a trabajar en un negocio de revelado, y cuatro años después llegó a Arauz, la tienda de fotografía más importante en el puerto.

Fue en 1979 cuando llegó a esta empresa sin saber nada, y después de algunos meses y capacitación, la nombraron encargada de una tienda que se ubicaba sobre la avenida Camarón Sábalo, que ya desapareció, luego fue nombrada supervisora y posteriormente gerente de zona, que abarcaba La Paz, Nogales, Mazatlán y Escuinapa.

Recuerda que a los 20 años de edad, cuando llegó a la tienda, había otros negocios que se dedicaban al revelado de rollos fotográficos de manera manual, usando químicos, y hasta la fecha se siguen utilizando esos líquidos, lo que ya no hay, son rollos para revelar, porque esos desaparecieron con la fotografía digital.

Esta evolución inició en los años 70, sin embargo fue hasta la última década cuando tomó mayor fuerza, que aunque no ha afectado mucho a las tiendas de impresión, sí en las ganancias de los fotógrafos.

Comenta que antes un cliente para tomar 100 fotos tenía que utilizar tres rollos de 36, pero en la actualidad fácilmente se llega a imprimir hasta 500 retratos, porque no hay como tenerlas físicamente, para que puedas gozar y revivir tus recuerdos.


Al principio, con los celulares, fue algo difícil, porque la gente pensaba que en sus teléfonos las podían conservar sin ningún problema o enviarlas por whatsapp, pero cuando se daban cuenta que ya no las tenían porque se les borraban, la gente empezó a imprimirlas otra vez Lili Aguilar


Lili recordó que en estas cuatro décadas le ha tocado vivir diferentes experiencias, desde personas que guardaban sus rollos fotográficos y que los llevan a que se los revelen, principalmente de familiares que fallecen, otros buscan conservar las fotos de hijos desde bebés hasta la secundaria, y eso les ha ayudado para que la gente imprima sus imágenes que toman con sus celulares.


Las fotos son para que las tengas, es un recuerdo para tu familia, hay personas que hacen álbum de todo, que gasta mucho dinero en fotos, aficionados hacen fotos o las buscan para dejárselas a sus hijos o nietos, pero pasa mucho con la gente que fallece, anda la gente vuelta loca para tenerlas, aparte que se han dado cuenta que no es lo mismo que tomes una foto con celular que con cámara, nada qué ver, por más bueno que sea el teléfono, también digitalizan los negativos de rollos de cámara, restauran fotos antiguas, dañadas Lili Aguilar


Reconoció que la venta de cámaras pequeñas sí ha bajado un poco, ya que con el celular toman todas las fotos que quieran, y es una ventaja para quienes viajan y traen cientos de fotos y todas las imprimen, y en el caso de los fotógrafos hay muchos que viven de eso.

Y no sólo ha evolucionado la fotografía manual a la digital, sino que también la forma de ofrecer el producto de gran calidad, que les ayude a vender más paquetes y a mejores precios para todos.

“Tengo un jefe que tiene una mente que anda pensando qué idear, qué hacer, y siempre tenemos algo nuevo, eso a ellos les ayuda y dan sus paquetes más caros, porque tenemos clientes que dan unos paquetes carísimos, y por eso digo que este negocio no está muerto, porque sino, de dónde vendría tanta gente que vive de esto”.

Te puede interesar: Teófilo Noris: El rosarense que es pieza clave de la historia mexicana

También señala que la demanda en los servicios no bajó, pero sí el trabajo para el fotógrafo por el miedo a cambiar, hubo muchos que temblaban tan sólo en pensar que iban a usar una cámara digital, cuando tienen que ir a la par de la tecnología.

“Fotógrafos conocidos no querían, estaban renuentes a cambiar a lo digital, y ya que cambiaron, que vieron la diferencia, pues ya se van adaptando y eso fue retraso para ellos, en lo que ellos hacían el cambio había otros que ya iban despuntando, y el resto se fue quedando, y ya es muy difícil que se puedan levantar, porque no hay mejor publicidad que la de tus clientes”.

La gerente de zona de Arauz, admite que como todo negocio, ha tenido épocas difíciles, una de ellas fue con la crisis económica del 94, donde de siete tiendas en Mazatlán cerraron cuatro, y sólo quedaron tres, y los problemas de inseguridad en el 2011.


En ese tiempo había muchos asaltos, era algo muy fuerte, se animaban a meterse a los negocios con navajas y pistola, a mi me asaltaron y me golpearon, a una de las empleadas la encerraron Lili Aguilar


Reflexionó que la fotografía va a seguir, va haber muchos cambios y los fotógrafos y aficionados ya están capacitándose; “hay muchachos jóvenes que les gusta la fotografía y tienen mucha creatividad, pero también abaratan el trabajo”.

A sus 60 años de edad le gusta mucho su trabajo, pues disfruta mucho el trato con la gente. En todo este tiempo ha hecho muchos amigos y se ha fortalecido como ser humano. Y ahí seguirá, al pie del cañón, hasta que los avances de la tecnología puedan hacer su trabajo, o hasta que sus jefes le den las gracias. Entre imágenes y retratos, su trabajo para ella es más que un “click” fotográfico.

DATOS

44 años lleva Lili Aguilar al frente de una tienda de fotografía en el puerto.

RECUERDOS LLENOS DE HISTORIAS

Lili Aguilar asegura que a pesar de los adelantos tecnológicos, a los mazatlecos les gusta imprimir sus fotografías para mantener vivos sus recuerdos.


Lee Mas Aquí:




Mazatlán, Sin.- La fotografía ha evolucionado considerablemente a lo largo de la historia, desde sus rudimentarios inicios hasta la digitalización que se vive en la actualidad. En el caso de Mazatlán, los negocios de este giro han vivido épocas difíciles, en las que han luchado con la competencia, las crisis económicas, la inseguridad y en especial con el avance de la tecnología.

Todo ha cambiado en el arte fotográfico. Atrás quedaron los años en los que se compraban los rollos, ya sea a color o blanco y negro, se tomaban las fotos y se mandaban a revelar e imprimir. Ahora, además de la existencia de cámaras muy avanzadas, desde cualquier dispositivo móvil como celulares o tablets, se puede tomar una fotografía a cualquier hora y desde donde nos encontremos. Ya no es necesario mandarlas imprimir, pues se guardan en los mismos dispositivos o se suben a las redes sociales.

La mazatleca ha sido testigo de cómo la tecnología ha revolucionado el arte fotográfico.

A Lili Aguilar le ha tocado vivir todo ese “boom” fotográfico en Mazatlán, ya que hace 44 años empezó a trabajar en un negocio de revelado, y cuatro años después llegó a Arauz, la tienda de fotografía más importante en el puerto.

Fue en 1979 cuando llegó a esta empresa sin saber nada, y después de algunos meses y capacitación, la nombraron encargada de una tienda que se ubicaba sobre la avenida Camarón Sábalo, que ya desapareció, luego fue nombrada supervisora y posteriormente gerente de zona, que abarcaba La Paz, Nogales, Mazatlán y Escuinapa.

Recuerda que a los 20 años de edad, cuando llegó a la tienda, había otros negocios que se dedicaban al revelado de rollos fotográficos de manera manual, usando químicos, y hasta la fecha se siguen utilizando esos líquidos, lo que ya no hay, son rollos para revelar, porque esos desaparecieron con la fotografía digital.

Esta evolución inició en los años 70, sin embargo fue hasta la última década cuando tomó mayor fuerza, que aunque no ha afectado mucho a las tiendas de impresión, sí en las ganancias de los fotógrafos.

Comenta que antes un cliente para tomar 100 fotos tenía que utilizar tres rollos de 36, pero en la actualidad fácilmente se llega a imprimir hasta 500 retratos, porque no hay como tenerlas físicamente, para que puedas gozar y revivir tus recuerdos.


Al principio, con los celulares, fue algo difícil, porque la gente pensaba que en sus teléfonos las podían conservar sin ningún problema o enviarlas por whatsapp, pero cuando se daban cuenta que ya no las tenían porque se les borraban, la gente empezó a imprimirlas otra vez Lili Aguilar


Lili recordó que en estas cuatro décadas le ha tocado vivir diferentes experiencias, desde personas que guardaban sus rollos fotográficos y que los llevan a que se los revelen, principalmente de familiares que fallecen, otros buscan conservar las fotos de hijos desde bebés hasta la secundaria, y eso les ha ayudado para que la gente imprima sus imágenes que toman con sus celulares.


Las fotos son para que las tengas, es un recuerdo para tu familia, hay personas que hacen álbum de todo, que gasta mucho dinero en fotos, aficionados hacen fotos o las buscan para dejárselas a sus hijos o nietos, pero pasa mucho con la gente que fallece, anda la gente vuelta loca para tenerlas, aparte que se han dado cuenta que no es lo mismo que tomes una foto con celular que con cámara, nada qué ver, por más bueno que sea el teléfono, también digitalizan los negativos de rollos de cámara, restauran fotos antiguas, dañadas Lili Aguilar


Reconoció que la venta de cámaras pequeñas sí ha bajado un poco, ya que con el celular toman todas las fotos que quieran, y es una ventaja para quienes viajan y traen cientos de fotos y todas las imprimen, y en el caso de los fotógrafos hay muchos que viven de eso.

Y no sólo ha evolucionado la fotografía manual a la digital, sino que también la forma de ofrecer el producto de gran calidad, que les ayude a vender más paquetes y a mejores precios para todos.

“Tengo un jefe que tiene una mente que anda pensando qué idear, qué hacer, y siempre tenemos algo nuevo, eso a ellos les ayuda y dan sus paquetes más caros, porque tenemos clientes que dan unos paquetes carísimos, y por eso digo que este negocio no está muerto, porque sino, de dónde vendría tanta gente que vive de esto”.

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También señala que la demanda en los servicios no bajó, pero sí el trabajo para el fotógrafo por el miedo a cambiar, hubo muchos que temblaban tan sólo en pensar que iban a usar una cámara digital, cuando tienen que ir a la par de la tecnología.

“Fotógrafos conocidos no querían, estaban renuentes a cambiar a lo digital, y ya que cambiaron, que vieron la diferencia, pues ya se van adaptando y eso fue retraso para ellos, en lo que ellos hacían el cambio había otros que ya iban despuntando, y el resto se fue quedando, y ya es muy difícil que se puedan levantar, porque no hay mejor publicidad que la de tus clientes”.

La gerente de zona de Arauz, admite que como todo negocio, ha tenido épocas difíciles, una de ellas fue con la crisis económica del 94, donde de siete tiendas en Mazatlán cerraron cuatro, y sólo quedaron tres, y los problemas de inseguridad en el 2011.


En ese tiempo había muchos asaltos, era algo muy fuerte, se animaban a meterse a los negocios con navajas y pistola, a mi me asaltaron y me golpearon, a una de las empleadas la encerraron Lili Aguilar


Reflexionó que la fotografía va a seguir, va haber muchos cambios y los fotógrafos y aficionados ya están capacitándose; “hay muchachos jóvenes que les gusta la fotografía y tienen mucha creatividad, pero también abaratan el trabajo”.

A sus 60 años de edad le gusta mucho su trabajo, pues disfruta mucho el trato con la gente. En todo este tiempo ha hecho muchos amigos y se ha fortalecido como ser humano. Y ahí seguirá, al pie del cañón, hasta que los avances de la tecnología puedan hacer su trabajo, o hasta que sus jefes le den las gracias. Entre imágenes y retratos, su trabajo para ella es más que un “click” fotográfico.

DATOS

44 años lleva Lili Aguilar al frente de una tienda de fotografía en el puerto.

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