Mazatlán, Sin.- En los hogares, el cuidado de la salud mental de los jóvenes debe ser una prioridad para evitar que sean arrastrados hacia el mundo de las drogas, consideró el psicólogo Rigoberto Pérez.
"El consumo de drogas en adolescentes puede llevar a un deterioro significativo de la memoria, del aprendizaje, de la capacidad de resolver problemas y de la concentración, a corto plazo les produce placer, pero la realidad es una muy diferente, son consecuencias que terminan en tragedia, por lo regular", manifestó.
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El doctor se dijo alarmado por los niveles de consumo de drogas entre los adolescentes de 11 a 17 años.
Pérez subrayó que entre las causas más comunes se encuentran las familias disfuncionales y las malas influencias que los atrapan para que entren al mundo de las drogas.
"En las atenciones que he brindado, los hogares disfuncionales y las influencias del entorno son las principales causas que llevan a los adolescentes a ingerir drogas, la falta de apoyo emocional en el hogar y la presión de grupos son elementos recurrentes que predisponen a los jóvenes a buscar refugio en sustancias nocivas", mencionó.
El abuso de drogas no solo resulta nocivo cuando se llega a la adicción, incluso puede producir una sensación de placer temporal, explicó.
Sin embargo, las consecuencias a largo plazo son severas y multifacéticas.
Entre las consecuencias más graves están la psicosis, esquizofrenia, alucinaciones y paranoia.
Estos problemas de salud mental pueden manifestarse a medida que el uso de drogas se intensifica y se prolonga en el tiempo.
Además, el psicólogo enfatizó que las consecuencias físicas, aunque a veces subestimadas, pueden ser igualmente devastadoras.
Los adolescentes pueden terminar en centros de rehabilitación, que si bien son un intento de solución, representan solo una parte del espectro de consecuencias.
"La muerte por sobredosis o por complicaciones derivadas del abuso de drogas es una realidad triste y alarmante", afirmó Pérez.
Una generación bajo peligro
María Elena Sánchez Moraila, directora del Centro de Integración Juvenil en Mazatlán, señaló el jueves que la mariguana y el cristal han cobrado auge entre los adolescentes de 12 y 17 años.
"Este año ha sido mucho lo que se atendió en los jóvenes, el uso de la mariguana, que es lo más atendido, y el cristal, han sido las drogas que más hemos detectado", señaló.