Mazatlán, Sin. -Con todo y la lluvia, decenas de habitantes del fraccionamiento Sábalo Country tomaron esta mañana la avenida Camarón Sábalo para denunciar que la Dirección de Planeación Municipal comete irregularidades al otorgar permisos de construcción en la zona.
El presidente de la Asociación de Colonos del Fraccionamiento Sábalo Country, Santos Joel Cañedo Rodríguez, dijo que con estas acciones de la autoridad Jose respeta el uso de suelo establecido en la zona.
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Según el denunciante, desde hace años el uso de suelo ha sido un medio de enriquecimiento a través de la corrupción, que permite construcciones fuera de los límites permitidos.
El fraccionamiento Sábalo Country está clasificado como uso de suelo H3, lo que significa que las construcciones no deben superar los tres niveles y una altura máxima de 9 metros.
Sin embargo, se otorgan permisos para edificaciones de hasta cuatro niveles y 12 metros de altura.
“Todos los permisos de construcción tienen fecha de caducidad, y aun así, se continúan autorizando proyectos fuera de norma”, afirmó Cañedo Rodríguez.
A pesar de intentar resolver el asunto de manera pacífica, Cañedo se ha encontrado con obstáculos burocráticos.
“Hemos tenido reuniones con el Departamento de Planeación, pero las promesas de solución quedan en el aire una vez que consideran resueltos sus problemas”, añadió.
Recientemente, intentó reunirse con Paul Galindo, director de esa área, sin éxito.
El problema se agrava debido a que la Dirección de Planeación y Desarrollo Urbano Sustentable, según Cañedo, no tiene la facultad de modificar los usos de suelo establecidos por el Plan Director de Desarrollo Urbano del Instituto Municipal de Planeación (IMPLAN) desde 2014.
A pesar de esto, el departamento ha seguido aprobando permisos que contradicen el plan vigente, lo que genera preocupación entre los residentes del fraccionamiento.
Cañedo Rodríguez expresó que estas construcciones afectan negativamente la calidad de vida de los habitantes del fraccionamiento, una área de más de 60 años con infraestructura envejecida.
“Imagina vivir en una casa de un solo nivel, rodeada de edificios de seis o siete pisos. Esto no incrementa el valor de la propiedad, sino que la devalúa y compromete el bienestar de quienes hemos invertido nuestra vida en este lugar”, explicó.
Además, cuestionó la intervención de figuras religiosas y educativas en el proceso.
“Tristemente, el director de Planeación me dijo que incluso el obispo intervino para que se otorgara el permiso de cuatro niveles a una institución religiosa local. Esto refleja un nivel de corrupción que no podemos aceptar”, denunció.
Cañedo Rodríguez ha solicitado una reunión con la síndica procuradora para discutir estos problemas y buscar soluciones que garanticen el respeto a la ley y el bienestar de los colonos.
“La ley debe ser igual para todos. No puede haber privilegios basados en influencias o posiciones”, concluyó.