Mazatlán, Sin. Los médicos, enfermeras y personal hospitalario son las personas que se encuentran en primera línea de la “guerra” contra el coronavirus; diariamente ponen su vida en riesgo para salvar la de otros, muchas veces trabajando en jornadas extendidas y en condiciones que no son las mejores, sin el equipo de protección requerido, exponiéndose al contagio.
“Los héroes de bata blanca” son el "ejército" que sacrifica horas de sueño, se priva de estar con su familia y comen sólo si el tiempo se los permite. Hoy más que nunca su vocación por su labor humanitaria y profesional ha sido reconocida, colaborando todos para vencer a un enemigo en común.
Cory Maldonado es uno de ellos, una joven enfermera de 27 años que está centrando sus esfuerzos, junto a sus compañeros, para tratar a los pacientes diagnosticados con Covid-19 en el Hospital General "Martiniano Carvajal".
Es originaria de Zacatecas, pero ha pasado la mayor parte de su vida en el municipio sureño de Escuinapa. Hace cinco años comenzó su etapa como profesional, trabajó en algunas clínicas particulares y recientemente en una guardería del IMSS, hasta que un día una llamada telefónica le cambió por completo la vida.
"En el momento que me hablaron y me hicieron la oferta de trabajo me dio miedo enfrentarme a lo desconocido, pero dos días después acepté, le dije a mi familia: voy a ir porque siento la necesidad de ayudar desde mi profesión”.
Su familia aceptó su decisión y ha acompañado a Cory a la distancia en esta hazaña, durante casi cuatro meses.
Su coraje y valentía la llevan a librar una dura batalla cada día para vencer al coronavirus. Sus jornadas laborales son agotadoras y al final del día su cuerpo reciente el cansancio de sostener por casi 10 horas el equipo de protección personal: un overol, guantes, botas, una bata, un cubrebocas N95 y una careta.
El trabajo es muy activo y en equipo, cada minuto es muy valioso. El desgaste físico es extenuante, pero aún así queremos dedicarle más tiempo a cada uno de nuestros pacientesCory Maldonado
Sin embargo, el desgaste emocional es más agotador, sobre todo cuando ven a uno de sus pacientes perder la lucha contra esta enfermedad, a pesar de los esfuerzos realizados.
Nos sentimos impotentes ante la situación, a veces no podemos creer que esté pasando esto con la humanidadCory Maldonado
Además de ser enfermera, es hija y es hermana y no sólo le ha tocado experimentar de cerca con el coronavirus en sus pacientes. Ella había tomado la determinación de dejar de visitar a su familia por un tiempo, para evitar posibles riesgos y estando en Mazatlán recibió la noticia de que su padre se había contagiado de Covid y 15 días después su prima ingresó al hospital por la misma razón.
“Viví de cerca la experiencia con dos familiares, con mi padre, ya te imaginarás, su recuperación fue buena, pero fueron días de angustia y dolor. Después de 15 días llega mi prima al hospital, jamás imaginé verla en una situación muy grave, yo viví sus desaturaciones y el tormento que causó esta enfermedad, su evolución ha sido lenta, pero muy favorecedora. Hoy doy gracias a Dios por verlos recuperados, al igual que a mis pacientes”.
Al personal de salud no sólo le ha tocado combatir al Covid-19, sino también a las agresiones y ataques por parte de ciudadanos que los ven como un foco de contagio sólo por laborar en un hospital. Cory por fortuna no ha sido víctima de ello y más allá de recibir insultos o agresiones, sus pacientes le agradecen su trabajo.
“Espero que la gente esté consciente de que no por ser trabajadores de la salud los ponemos en riesgo, aquí dentro usamos alcohol al 70%, salimos desinfectados, se corre más riesgo de contagio estando en la calle o en el súper”.
A pesar de que el estado ya se encuentra en semáforo naranja, reconoce que la situación sigue siendo crítica y ella más que nadie lo sabe; a los hospitales siguen llegando pacientes, el ingreso va en aumento, las camillas ocupadas se multiplican y lamentablemente no hay insumos ni personal suficiente.
"Carecemos de insumos, tanto los de uso diario para los pacientes como los de nosotros como trabajadores. Nuestra institución ha sabido cómo proporcionar el equipo de protección personal, es difícil, le batallan, pero logran tenerlo para nosotros. Ojalá más patrocinadores se decidieran a ayudarnos y nuestro mismo gobierno sabe que ocupamos insumos, que carecemos de ellos".
Por ello, hoy más que nunca, llama a la ciudadanía a no bajar la guardia y a no perder la responsabilidad, a que hagan un uso adecuado del cubrebocas y del gel antibacterial, que no olviden tomar la sana distancia y que es necesario lavarse las manos continuamente.
Desde su trinchera, se compromete a seguir luchando al pie del cañón, aún cuando el cansansio se haga presente, pues no hay nada comparado con la satisfacción de ver a sus pacientes recuperados y saber que allá afuera hay personas que reconocen y valoran la labor que desempeña.
Qué bonito que reconozcan nuestra labor y la dedicación de está humilde servidora, que ama ayudar al prójimoCory Maldonado
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