Mazatlán, Sin.- Vendedores de playa manifiestan que desde que se reaperturó la actividad en el puerto, después del confinamiento por el Covid-19, los inspectores de la Subdirección de Comercio se empezaron a poner más "estrictos" y ahora buscan cualquier pretexto para levantarles una infracción.
"Estamos pasando una situación muy difícil, tengo un problema con los inspectores, pasamos un encierro de tres meses y nos están presionando como si esto fuera un negocio, aunque sí lo es, pero para ellos, porque nos infraccionan, tenemos que venir a pagar, no salimos de una cuando ya nos ponen otra", expresó José Antonio, vendedor afectado.
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Agregó que él es padre de tres hijos, tiene tres créditos que pagar, pues se endeudó para solventar gastos durante la cuarentena y no sabe ni cómo pagar, ya que continuamente lo “atacan” con infracciones.
"Trabajamos todo el año bajo el sol y estas personas no entienden de crisis, a ellos les llega su cheque quincenal, nosotros si no vendemos no comemos. La presión está bien fuerte", agregó.
Otro vendedor, Pedro, señala que no es fácil trabajar con 20 sombreros en la cabeza, pero no pueden pararse un segundo a descansar porque eso ya es motivo de infracción.
"Cuando llega un cliente nos tenemos que detener y como nuestro permiso dice ambulante, llegan ellos y nos dicen 'muévete'. O dejamos la mercancía para ir a comprar un agua al súper y llegan y te sancionan porque según estás fijo", señaló.
A él se le han acumulado varias multas sin pagar, pues con el bajo turismo que hay apenas y logra vender 300 pesos al día. Ha tenido que “rematar” mercancía para poder vender más.
"Tengo varias multas y el monto es a cómo se les antoje a ellos, no hay un criterio parejo, depende del humor que esté el subdirector, pero normalmente son como 500 pesos, pero gano 300 pesos al día", añadió.
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