El presidente Enrique Peña Nieto recorrió zonas afectadas en Chiapas, donde insistió en formar un frente común para atender la emergencia y pidió a las empresas constructoras que estén dispuestas y resueltas a ser solidarias ante esta emergencia para que se sumen a este esfuerzo de reconstrucción en Chiapas y Oaxaca.
Pero la tragedia en la región del Istmo de Tehuantepec no termina, ya que además de la pérdida de vidas humanas, heridos y daños materiales a causa del temblor, ahora se suma la escasez y encarecimiento de agua.
En Juchitan, la gente se queja de que no les entregan la ayuda que está enviando el pueblo de México; ya no tienen ni agua para tomar y los precios en las tiendas se han incrementado en manera exagerada.
Mientras que en Chiapas, comunidades enclavadas en las cercanías del volcán Tacaná, de las zonas más afectada, aún no reciben ayuda.
Aseveró que el Gobierno federal tiene tres ejes para la atención y la ayuda de la población: garantizar alimentación, resguardo y atención médica; realizar un censo para determinar los daños en viviendas, y la reconstrucción.
Por su parte, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, acudió a Oaxaca, donde recorrió la comunidad Santo Domingo Tehuantepec, para escuchar y atender las necesidades de la población afectada por el sismo y supervisar las acciones de reconstrucción.
El Presidente Peña Nieto indicó que las Fuerzas Armadas han sido factor clave de ayuda y de atención a los damnificados y pidió a la población evitar que alguien quiera lucrar con lo que se ha registrado y pidió que se acerquen a los enviados del gobierno federal y de los estados para recibir los apoyos que se están brindando en su beneficio.