James Mathew Bradley, conductor del tráiler en donde murieron asfixiados y sofocados unos diez inmigrantes indocumentados el pasado 23 de julio en Texas, se declaró hoy culpable de cargos de contrabando de personas, lo que lo podría conducirlo a una sentencia de prisión perpetua.
En una audiencia este lunes ante el juez federal estadounidense Henry Bemporad, el conductor de 61 años de edad se declaró culpable de un cargo de conspiración para transportar extranjeros con resultado en muerte, y un cargo de transporte de extranjeros con resultado en muerte.
Bradley admitió que el pasado 23 de julio conspiró para transportar y transportó a extranjeros indocumentados para obtener ganancias financieras, para fomentar su entrada ilegal a este país, y actuó con indiferencia imprudente para su ingreso ilegal, lo que resultó en la muerte de diez extranjeros indocumentados.
En la audiencia, Bradley también accedió a ceder al gobierno federal estadounidense la propiedad de su tráiler y de unos cinco mil 600 dólares en efectivo, además de una pistola calibre .38 recuperada en el interior del camión.
El chofer permanecerá bajo custodia federal hasta que se dicte la sentencia, programada para el próximo 22 de enero.
Según documentos presentados ante la Corte Federal, agentes el Departamento de Policía de San Antonio acudieron al estacionamiento de una tienda Wal-Mart en el suroeste de San Antonio, poco después de la medianoche del domingo 23 de julio, tras recibir una llamada de alerta.
Detrás de la tienda, un agente localizó un remolque en cuyo interior había varias personas de pie y acostadas, y al conductor en la cabina.
En el lugar, los agentes descubrieron a 39 indocumentados, de los cuales ocho murieron en el sitio y dos en hospitales a donde fueron enviados, pero según registros judiciales, los inmigrantes estimaron que el remolque transportó entre 70 y 200 personas, a quienes se les cobraban diferentes tarifas.
Las autoridades también recuperaron una pistola calibre .38 dentro de la cabina del tráiler, y detuvieron en el lugar a Bradley.
Cuatro de los inmigrantes sobrevivientes eran adolescentes de 14 a 17 años de edad.
Autoridades consulares mexicanas identificaron a 34 de los 39 inmigrantes localizados en el remolque como mexicanos, incluyendo a ocho de las 10 victimas fatales.
El coacusado de Bradley, Pedro Silva Segura, de 47 años, un inmigrante indocumentado residente en Laredo, Texas, enfrenta dos cargos de conspiración para transportar y albergar a extranjeros indocumentados para obtener ganancias económicas que resultaron en muerte.
"La admisión de culpabilidad de hoy por parte del señor Bradley ayuda a cerrar la puerta a uno de los conspiradores responsables de causar la trágica pérdida de vidas y causar estragos en aquellos que sobrevivieron a este horrible incidente", dijo Shane M. Folden, agente especial a cargo de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) de la Oficina de Aduanas e Inmigración (ICE).