Madrid.- El socialista Pedro Sánchez fue elegido hoy nuevo presidente del Gobierno de España, tras obtener el apoyo de la mayoría absoluta del Congreso a una histórica moción de censura con la que forzó la salida del poder del conservador Mariano Rajoy.
La moción, presentada hace una semana por los socialistas tras conocerse la sentencia de la Justicia española que condenaba al Partido Popular (PP) por beneficiarse de una trama de corrupción, fue aprobada por 180 votos a favor, 169 en contra y una abstención.
Sánchez contó con el apoyo del Partido Socialista (PSOE), de la coalición de izquierda Unidos Podemos y de los grupos nacionalistas e independentistas del País Vasco y Cataluña.
En contra votaron los diputados del PP de Rajoy y los de Ciudadanos (liberales), mientras que solo hubo una abstención, la de una diputada regionalista canaria.
Tras la votación, Mariano Rajoy felicitó a Sánchez y salió del salón de plenos seguido de sus correligionarios, mientras que en la bancada se oyó el grito de "sí, se puede", un lema clásico de Unidos Podemos.
Los socialistas justificaron la moción para censurar al Gobierno con el argumento de que Rajoy no asumió sus responsabilidades políticas después de hacerse pública la sentencia judicial, que el Partido Popular nunca reconoció.
Con esta votación, Pedro Sánchez se convierte en el séptimo presidente del Gobierno español y el tercero socialista desde la restauración de la democracia en 1977, y el primero que llega al Ejecutivo tras una moción de censura.
El nuevo presidente del Gobierno se comprometió hoy a "atender las urgencias sociales", así como a combatir la precariedad y la desigualdad, a la vez que asumió los compromisos europeos de estabilidad presupuestaria.
"Tenemos una tarea muy importante por la cohesión social, es necesario estabilizar socialmente a nuestro país", dijo Sánchez, quien pidió al PP que sea "tan leal" en la oposición a su Gobierno como lo ha sido el PSOE con el Ejecutivo de Rajoy.
El partido socialista, que ha sido muy crítico con el gobierno del PP en aspectos económicos y sociales, lo ha apoyado en un tema delicado para España como es el de frenar el proceso independentista de Cataluña.
En ese sentido, Sánchez aseguró que es consciente de la responsabilidad que asume y del momento político "tan complejo" y todos los desafíos que tiene España, que afrontará "con voluntad, entrega y determinación", así como desde el consenso.
Respecto a la estabilidad económica, algo que ha cuestionado el PP al candidato socialista, Sánchez afirmó que su Ejecutivo intentará que haya presupuestos en 2019 y reiteró que tendrá como prioridad cumplir los compromisos europeos de estabilidad presupuestaria.
En el nuevo mandato gubernamental que comienza hoy, el partido socialista tiene solo con 84 diputados en el Congreso, por lo que deberá contar con el apoyo de otros grupos para sacar adelante sus propuestas.
El hasta ahora presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, afirmó que acepta "como demócrata" el resultado de la moción de censura, aunque no comparta "lo que se ha hecho".
"Ha sido un honor dejar una España mejor de la que encontré", dijo en su última intervención como jefe del Ejecutivo español en el Congreso de los Diputados.
Rajoy agregó en su despedida que cree haber cumplido el mandato político que tenía de "mejorar la vida" de las personas y agradeció tanto a su partido como a todos los españoles el haberle brindado su "comprensión y apoyo".
La presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, comunicará ahora al rey Felipe VI el resultado de la votación, que será publicado oficialmente tras lo que Sánchez tomará posesión como nuevo presidente del Gobierno, previsiblemente este fin de semana.
Pedro Sánchez (Madrid 1972) fue elegido líder del PSOE en 2014, pero abandonó la dirección socialista y su escaño como diputado en 2016, al negarse entonces a apoyar la investidura de Rajoy como presidente del Gobierno en contra de la decisión de su propio partido.
No obstante, Sánchez recuperó el liderazgo socialista un año después tras ganar en unas elecciones internas.
La salida de Mariano Rajoy de la Presidencia del Gobierno español pone fin a seis años y medio vertiginosos en la historia de España, marcados por la crisis económica, el fin del bipartidismo, los casos de corrupción y el desafío secesionista de Cataluña.