Los cubanos eligieron este domingo a sus autoridades municipales, en unos comicios sin candidatos opositores que conducirán a la elección del sucesor de Raúl Castro en 2018, en lo que sería el primer relevo generacional en la isla en casi seis décadas.
Estas votaciones son el primer paso del proceso que debe terminar en febrero -en fecha aún por fijar- con la elección del sustituto de Castro, y grupos opositores que intentaron nominar sin éxito candidatos al proceso electoral denunciaron "actos violatorios" que se lo impidieron.
Más de 7,2 millones de electores (82,05% del padrón) habían participado en las elecciones dos horas antes del cierre de la votación a las 19H00 locales (00H00 GMT), según la presidenta de la Comisión Electoral Nacional, Alina Balseiro.
La jornada, marcada por "intensas lluvias" en la región centro-oriental del país, se extendió no obstante una hora más de lo inicialmente previsto para que los cubanos mayores de 16 años pudieran elegir a 12.515 concejales entre unos 30.000 candidatos propuestos a mano alzada en asambleas vecinales, ninguno de ellos miembro de la oposición.
Raúl Castro, de 86 años, sufragó en un colegio electoral del oeste de La Habana donde charló con los escolares que custodiaban las urnas y vecinos del lugar, según imágenes difundidas por la televisión cubana.
- Por Fidel y contra Trump -
Los comicios se celebraron un día después de la conmemoración del primer aniversario de la muerte de Fidel Castro, quien puso en vigor en 1976 el singular sistema político-electoral de Poder Popular, que La Habana defiende como "el más democrático" y la disidencia tilda de "farsa".
Los medios, todos bajo control del Estado, desplegaron una intensa campaña convocando a las urnas, para lo cual emplearon la figura de Fidel.
"Estamos haciendo un voto por la revolución, por la patria, por el socialismo", y también "por Fidel y por Raúl", declaró a periodistas el vicepresidente primero, Miguel Díaz-Canel.
"Estamos dando un mensaje (...) a los que nos quieren hacer cambiar, a los que nos quieren imponer cosas", añadió en referencia al mandatario estadounidense Donald Trump.
Cuba y Estados Unidos restablecieron relaciones diplomáticas en 2015 bajo la administración de Barack Obama, tras medio siglo de ruptura y enfrentamiento político, pero los nexos volvieron a tensarse con el gobierno de Trump.
Todos los pronósticos señalan como el más probable sucesor de Castro a Díaz-Canel, un ingeniero de 57 años que este domingo declinó referirse al tema. "No es un día para hablar de eso", dijo.
Sin embargo, nada indica que Raúl Castro dejará la jefatura del gobernante Partido Comunista (PCC, único), principal cargo político del país, antes de su próximo Congreso en 2021. Tendrá para entonces 90 años.
- Sin oposición -
Diseñado para perpetuar el sistema socialista instaurado en 1959, el mecanismo electoral permite en teoría que cualquier cubano propuesto en la base pueda llegar al Parlamento, que elige al Consejo de Estado y su presidente.
El Partido Comunista no postula, pero supervisa el proceso. El voto no es obligatorio, pero constituye un acto de "reafirmación revolucionaria" y el abstencionismo es mal visto políticamente.
En las primarias de 2015 la oposición logró postular dos candidatos independientes, luego derrotados. Esta vez, tres pequeñas organizaciones disidentes -OTRO18, Candidatos por el Cambio y el Partido Autónomo Pinero- fracasaron en su intento de nominar unos 550.
Manuel Cuesta, portavoz de OTRO18, explicó a la AFP que el gobierno desplegó "una batería de actos violatorios en todos los casos de la Ley Electoral y la Constitución", que incluyó detenciones temporales y procesamientos jurídicos por diversas causas.
OTRO18 convocó a sus miembros a "expresar su preferencia en las urnas", lo que incluye, según Cuesta, votar en blanco o escribir consignas antigubernamentales en las boletas, para que sean anuladas.
Julio Antonio Aleaga, de Candidatos por el Cambio, dijo a la AFP que la agrupación decidió votar por "los candidatos más jóvenes", porque "pueden marcar la diferencia que se necesita para modernizar el país".
Otro sector de la oposición, que La Habana tacha de "mercenaria", se niega a participar en los comicios para no hacerle el juego al gobierno.