El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró hoy que está "muy orgulloso" de la orden ejecutiva que firmó esta semana para comenzar a desmantelar la ley de salud promulgada por su predecesor, Barack Obama, conocida como "Obamacare".
"¡Muy orgulloso de mi orden ejecutiva que permitirá expandir el acceso y menos costos en sanidad. Millones de personas se van a beneficiar!", dijo en Twitter Trump.
La Casa Blanca considera que la reforma sanitaria de Obama ofrece servicios médicos muy caros, viola la libertad de los individuos al obligarles a comprar un seguro médico y es demasiado restrictiva al impedir que los ciudadanos compren seguros médicos fuera de sus estados de residencia, algo que Trump quiere cambiar.
La orden ejecutiva firmada por Trump busca relajar algunos de esos requisitos de Obamacare y supone el paso más significativo dado hasta la fecha por el mandatario para empezar a desmantelar la reforma de salud de Obama, que ha permitido a 20 millones de estadounidenses acceder a cobertura médica.
Esta semana, el Gobierno de Trump también anunció el fin de los subsidios a las aseguradoras sanitarias, lo que permitía subvencionar cuidados para los más pobres.
Los expertos auguran que esta supresión de los fondos supondrá un fuerte golpe para los ya frágiles mercados de Obamacare, aunque el impacto podría ser menos severo de lo que hubiera sido hace unos meses, puesto que muchas aseguradoras ya habían tomado medidas ante la amenaza de Trump de retirar los fondos gubernamentales.
En Twitter, Trump hoy consideró que las acciones de las empresas de seguros médicos se "hundieron" tras su anuncio.
"Las acciones de las empresas de seguros médicos, que se habían disparado durante los años de Obamacare, se hundieron ayer después de que acabara con la forma en la que los demócratas tiran el dinero", dijo.
Dos grandes aseguradoras, Centene y Anthem, experimentaron este viernes una bajada en bolsa del 6 y casi un 3%, respectivamente.
La derogación y sustitución de Obamacare fue una de las promesas de campaña de Trump, pero hasta ahora los republicanos no han sido capaces de aprobar una nueva ley de salud en el Congreso, pese a que tienen el control de ambas cámaras.
Ante la imposibilidad de lograr un consenso con los legisladores de su propio partido, Trump busca debilitar la reforma sanitaria de Obama para forzar al Legislativo a negociar y aprobar una nueva ley.
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