El gobierno federal de Estados Unidos se vio forzado a cesar sus actividades la medianoche del viernes al vencer el plazo para la aprobación en el Senado de un nuevo presupuesto, en una pesada derrota del presidente Donald Trump.
En una breve nota oficial, la Casa Blanca responsabilizó al opositor Partido Demócrata por el fracaso en las negociaciones para hallar una solución temporal.
De acuerdo con la nota de la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, los demócratas tomaron a los ciudadanos estadounidenses como "rehenes".
"Esta es una actitud de perdedores obstruccionistas, no de legisladores", expresó la vocera de la Casa Blanca, para añadir que la oposición "puso la política por encima de la seguridad nacional".
El cierre formal del gobierno -hasta que se apruebe un nuevo presupuesto- ocurre cuando se cumple exactamente un año de la investidura de Trump como presidente.
Al fin de un día de intensas negociaciones, el Senado intentó aprobar un proyecto para extender temporalmente los gastos del gobierno por cuatro semanas, pero la tentativa fracasó y con ello el cierre del gobierno se tornó inevitable.
La oposición demócrata bloqueó el acuerdo para extender el presupuesto al no incluirse una solución para los casi 700.000 inmigrantes beneficiados por el programa DACA, lanzado en 2012 por el gobierno del entonces presidente Barack Obama, y que no fue renovado por Trump.
A pesar de la parálisis formal del gobierno federal por falta de presupuesto, que lo obliga a cerrar temporalmente departamentos y oficinas no esenciales, senadores mantenían conversaciones para tratar de acordar los próximos pasos.
La última vez que esto ocurrió, en octubre de 2013, el gobierno debió permanecer cerrado por dos semanas y unos 800.000 empleados públicos fueron licenciados por ese período.