Culiacán, Sin. La disputa por el control del paso de la droga y su venta en las calles de Sinaloa continúa creciendo, y la señal enviada desde la prisión por “El Chapo”, en voz de sus abogados, pone más tensa la zona: El verdadero jefe es Ismael “El Mayo” Zambada, su fiel compadre.
Tras ese anuncio, tras la acusación directa, en el estado está a punto de iniciar una guerra entre los cárteles, debido a la rivalidad que ya existe entre Aureliano Guzmán Loera, “El Guano”, hermano de Joaquín Guzmán, y los hijos de éste, por el control de la región centro y norte de Sinaloa. Aureliano Guzmán siempre ha vivido a la sombra de su famoso hermano y ahora reclama su lugar.
Fuentes oficiales de seguridad del Gobierno de Sinaloa aseguran que “El Mayo” mantiene aún el control del narco en la entidad, pero no logra detener el coraje entre “El Guano” y “Los Menores”, estos últimos conocidos así en el argot policial.
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“El Guano” salió del anonimato una vez que las autoridades federales lo señalaron de ser el principal operador en el robo de gasolina en la zona de Salvador Alvarado, mejor conocido como Guamúchil. Sus operadores eran mercenarios del más alto nivel delincuencial de esa zona y del municipio de Angostura, ex trabajadores de “El Chapo”.
Ahí inició la gresca con los hijos de Joaquín, tras su caída. Del robo de gasolina se obtenía mejores beneficios económicos que del tráfico de estupefacientes, las ganancias eran millonarias sin invertir, ni arriesgar nada.
No obstante, el veterano Zambada García ha intentado detener el pleito entre esos herederos, con ayuda de Rafael Caro Quintero, pero no han logrado obtener tregua.
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Zambada actualmente se encuentra enfermo y aseguran que ya no interfiere con la familia Guzmán.
“El Guano” es poco conocido por las autoridades de México y Estados Unidos. Ni siquiera un perfil completo de su vida se encuentra en sus archivos. Se sabe que es tres años mayor que “El Chapo” y que ahora pretende tener el control total del Cártel de Sinaloa. “Los Menores” que esperen su turno, ese es el principal enojo.
Aureliano quiere tener un nombre al interior de la añeja organización criminal, más allá de pasar a la historia una noche de octubre de 2016, al ordenar atacar un convoy militar en un concurrido crucero de Culiacán, para liberar al peligroso delincuente Julio Oscar Ortiz Vega, mejor conocido como “El Kevin”, uno de los principales colaboradores cercanos. Cinco militares muertos y 10 uniformados heridos. Se desató su férrea cacería.
